Uno de los temas más importantes en la agenda mediática y social en México, así como en varios países del mundo, es el retorno a clases para millones de estudiantes.
Lo anterior porque tiene un impacto significativo en muchos sentidos, desde la dinámica para los alumnos y docentes, pasando por la elaboración de planes de estudio, hasta el económico en muchos sectores.
Cierres totales o parciales
Dado este contexto, el nuevo Ciclo Escolar supondrá un reto para muchos países, más si consideramos que datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) señala que alrededor de mil 058 millones de estudiantes siguen sin poder asistir a clase debido a la pandemia de coronavirus.
Según la información del organismo dependiente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), hablamos de cerca del 60,5 por ciento de todos los alumnos del mundo; algo que cambia las dinámicas docentes y la economía en muchos sentidos.
Por lo mismo, la ONU ha conminado a todos los países afiliados a que emprendan acciones que impulsen la reapertura de sus escuelas en cuanto tengan controlada la transmisión local del coronavirus, advirtiendo que un cierre prolongado podría provocar una “catástrofe generacional”.
Una advertencia a atender
De acuerdo con datos de la organización, son cerca de 160 países en los que existen cierres totales o parciales de las escuelas, lo que afectará el desarrollo integral de millones de personas y un impacto significativo en la economía.
Al respecto, en un reporte reciente, el secretario general de la ONU, António Guterres, señaló que proyecciones indican que casi 24 millones de estudiantes desde primaria hasta universidad podrían abandonar las clases.
Pero no es todo, la Unicef hace hincapié en varios de los efectos que tendrá el mundo sin escuelas, uno de los más alarmantes es que cerca de 370 millones de niños que tendrán acceso a las comidas escolares, poniendo en riesgo su nutrición y salud.
En ese sentido, el roerte de la ONU también hace un señalamiento en relación a las clases por radio, televisión y en línea, ya que deja (o amplía) la desigualdad dejando a “muchos alumnos atrás”.
“Ahora nos enfrentamos a una catástrofe generacional que podría desperdiciar un potencial humano incalculable, minar décadas de progreso y exacerbar las desigualdades arraigadas”, advirtió Guterres.
El caso México
Desde hace días se habla del modelo de clases a través de la televisión que implementará la Secretaría de Educación Pública (SEP) en colaboración con las cadenas de televisión confeccionadas y permisiones.
El objetivo es que unos 30 millones de estudiantes de niveles preescolar, primaria, secundaria y bachillerato puedan iniciar el nuevo ciclo escolar 2020-2021.
No obstante, el modelo ha recibido cuestionamientos por las desigualdades en el país y por que, de acuerdo con el PNUD, se prevé que 1,4 millones de estudiantes no regresarán a clases en el curso referido.
Aunado a ello, se ha advertido sobre la desaparición de escuelas de paga, según datos dela Asociación Nacional para el Fomento Educativo y la Asociación Nacional de Escuelas Particulares en la República Mexicana (ANFE-ANEP) está en riesgo cerca del 40 por ciento de centros educativos privados; unos 18 mil 657 colegios, dijo el organismo a El Financiero.
Esto sin considerar el impacto en los pequeños negocios, sólo en la Ciudad de México se estima que perderán unos 8 mil millones de pesos, según estimaciones de la Cámara de Comercio Servicios y Turismo en Pequeño (Canacope) en la capital del país.