Suscríbete a Merca2.0. Haz clic aquí

Mesa editorial Merca2.0

El parche en el techo

Grand Central Terminal, NY. Si visitas la isla de Manhattan en Nueva York y te das una vuelta por la “Grand Central Terminal”, podrás observar algo curioso. En el techo, específicamente en una esquina del rectángulo abovedado y decorado con imágenes del zodiaco, verás un pequeño rectángulo negro.

Grand Central Terminal, NY. Si visitas la isla de Manhattan en Nueva York y te das una vuelta por la “Grand Central Terminal”, podrás observar algo curioso. En el techo, específicamente en una esquina del rectángulo abovedado y decorado con imágenes del zodiaco, verás un pequeño rectángulo negro.

De hecho, es un ladrillo ennegrecido que se encuentra en el friso justo donde acaba la bóveda y empieza el arco junto a la langosta (símbolo de cáncer). Sólo sigue hasta el final la línea del zodiaco (que por cierto está al revés; como vista de arriba por dioses y no mortales) que recorre la bóveda de esquina a esquina. Este ladrillo fue dejado ahí por los restauradores como testigo para que postreras generaciones hicieran consciencia de como lucía este imponente edificio antes de su limpieza y embellecimiento. Todo el edificio tenía un aspecto tétrico y ennegrecido allá por 1996 (cuando empezaron los trabajos) y cuando “La Gran Manzana” estaba financieramente quebrada y la delincuencia azoraba sus venas y arterias. Obviamente pensarás que este revestimiento de suciedad era causado por el hollín, el petróleo y el smog de máquinas de ferrocarril cuando, en realidad, la negrura venía, en más de un setenta por ciento, del humo de millones de cigarros consumidos a lo largo de años por transeúntes y viajantes. Los grandes ventanales arqueados cubiertos de negro (vestigios de la segunda gran guerra) y pisos tapizados de bancas ancladas matando toda su palaciega presencia y luminosidad.

En 1968, un chico de 16 años -muerto del susto- hacia fila para adquirir un boleto hacia un pequeño poblado en el vecino New Jersey. Un boleto que, de ida sólo, le llevaría a una nueva realidad lejos de familia mutándole destino y estructura de pensamiento. Un testigo inconsciente de este monumento en caída hasta que… hombres, mujeres, particulares, activistas sociales y en general, amantes de su ciudad; “más un alcalde de verdad”, tomaran consciencia y, en los noventas, se agruparan para darse a la tarea de regresar “La Terminal”, al esplendor que los arquitectos Reed, Stem, Warren y Wemore le proyectaran inaugurándose majestuosamente el 1ro. de febrero de 1913.

En julio del 2008, poco antes del centenario, ese mismo chico celebraría su cumpleaños, ahora con menos miedos y junto a los suyos, constatando como, ¡la voluntad social es capaz del renacimiento del otrora decaído centro de destinos y encuentros!.

Como decía, el ladrillo ennegrecido original fue dejado ahí como observador perenne del estado de decaimiento hasta su renacimiento. Sin embargo, para mí, este pedazo de arcilla ennegrecida debería hacernos reflexionar más bien sobre “el antes y el después” de cosas y gentes. Hablarnos de “logro sobre abandono” y, “de voluntad humana de mejorar sobre apatía deshumanizada de dejar caer”. Y a los capitalinos mexicanos y de todas las entrañables metrópolis, sobre la ciudad que tenemos y la que tuvimos o quisiéramos tener. Hablarnos sobre la voluntad de hacer algo al respecto.

Nosotros estamos en medios, firmas de publicidad y relaciones públicas. Somos parte del sistema de editoriales y agencias mediáticas y hasta universidades. Creamos y desarrollamos imágenes, textos, comunicados, promociones y ofrecimientos. Creamos deseo, anhelo e interés. Somos estudiantes y/o profesionales que buscan convencer y seducir, hechizar y mejorar productos y servicios. Nos gustan las tendencias, los conceptos retadores, la gadgets y los restaurantes hipsters. Con todo lo anterior en mente me pregunto, ¿no seríamos capaces de unirnos e influir para cambiar una situación que a todos aqueja? ¿Sería posible que con nuestra fuerza fuéramos capaces de dejar de ser espectadores proyectando nuestra potente voz en las redes sociales y los medios digitales para influenciar y provocar el cambio? ¿Podríamos al menos incomodar a los que deberían hacer algo? ¿Podríamos influenciar a nuestros clientes para desarrollarles campañas de interés social ciudadano asociadas a sus productos? La pregunta sería… ¿Qué estamos dispuestos a hacer a fin de ser protagonistas de la solución y no sólo quejosas del problema?

¡Ah, y si vistas GCT, aparte de localizar el ladrillo, no dejes de comer en el “Oyster Bar”!

Suscríbete al contenido premium de Merca2.0

De Madrid a la Ciudad de México, la fuente más confiable de estrategias de mercadotecnia a nivel global. Una mirada a las estrategias de las grandes marcas y las tendencias del consumidor.

Más de 150,000 mercadólogos inscritos en nuestros boletín de noticias diarias.

Premium

Populares

Únete a más de 150,000 lectores

Regístrate a nuestro newsletter en la siguiente forma y recibe a primera hora las noticias más importantes de mercadotecnia, publicidad y medios en tu correo.

Más de Merca2.0

Artículos relacionados

You don't have credit card details available. You will be redirected to update payment method page. Click OK to continue.