Por Paco Santamaría y Anaí Aguilar
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Paco X. Me gusta mucho cómo se ha manejado a nivel mediático la salida y renuncia del Papa y de hecho, cómo un buen portavoz –Federico Lombardi, secretario de prensa del Vaticano- logró calmar el entusiasmo e intensidad de los medios ante la reacción de una noticia tan sorpresiva, ¿Estás de acuerdo conmigo?

Anaí Y. Pues seamos religiosos o no, es una noticia impactante, con tanta fuerza y cobertura por los medios que ¿tú crees que existía una estrategia bien pensada para enfrentar la situación para difundirla?

Paco X. Sí y no, desde siglos, la iglesia siempre ha sabido cómo generar mensajes de atracción a sus fieles para mantenerlos informados y creyentes, sin hacerlos pensar de más las cosas, para mantenerlos cautivos. Lo que ahora me llama mucho la atención es la forma en que se dio el relevo de poder en el clero ahora. Justo hace poco, Benedicto XV anuncia su entrada formal a Twitter y meses después renuncia al cargo y la responsabilidad. El mismo día de la renuncia, Federico Lombardi, enfrenta a los medios de una forma muy contundente y dando razones muy lógicas, respuestas como: “Humildad, valor y honestidad”. Este tipo de respuestas claras y sin rodeos, diluye rumores y versiones apocalípticas y de teorías del complot, ¿menos es más para los portavoces no?

Anaí Y. Definitivo. Los que consumimos medios ahora , ya no queremos respuestas con rollos y verdades a medias envueltas en retórica. La gente como yo y de mi generación ya no nos clavamos tanto con los trasfondos y buscando cosas detrás que no son. Queremos respuestas contundentes y directas, ¿Tú cómo hubieras respondido a los medios como portavoz ante esa gran noticia?

Paco X. Quizá como miembro de la generación X, hubiese intentado dar rodeos y más rodeos. Discursos retóricos y sin sentido. Lo que vemos aquí como manejo de crisis es una buena lección de respuesta rápida, contundente y directa. Sólo así se evitan los rumores y teorías imaginarias. Bien por Federico Lombardi que le dio una lección de buen manejo de medios a muchos portavoces que se sienten dioses y muchas veces sólo confunden a los medios y generan posicionamientos negativos o nebulosos de las noticias de las marcas, ¿Qué sigue para el Vaticano?

Anaí Y. Yo creo que reformarse o morir como una vieja historia de espiritualidad pasada de moda y oldie. Los mensajes claros son los que se quedan en las mentes inteligentes y eso, ahora más que nunca, es lo que necesita la iglesia, creyentes reales y no engañados o mareados por rollos.