En el ámbito del mundo virtual, de los gigantes tecnológicos, la propia actualidad de las redes sociales y las aplicaciones, los cambios en materia laboral se imponen día a día. El debate internacional que ocupa a los grandes especialistas en derecho laboral y social, hablan de una urgente regulación en materia laboral, para que los trabajadores de las grandes empresas como Mercado Libre, Facebook, Amazon, Netflix, etc., no sigan sufriendo de los abusos que se están cometiendo en las asignaciones de trabajo, horarios, y la falta de contratos legales.
Son muchos los derechos que los trabajadores lucharon a nivel mundial durante años para obtener, por su trabajo, y que se han visto reducidos a la nada, ni siquiera en el firmar el más elemental contrato de labores.
Nos encontramos con la noticia de que los trabajadores de Amazon están creando su primer sindicato. Los trabajadores del depósito Staten Island JFK8 aprobaron sindicarse por 2,654 votos contra 2,131, según el recuento de la agencia federal de relaciones laborales. Se marca un hecho muy importante, para esa compañía que lleva años, oponiéndose a la sindicalización de sus empleados, afirmó su organizador Cristian Smalls, la postura de AMAZON, como la de todos los gigantes tecnológicos, es la de no garantizar que por estos sindicatos se vayan a dar mejores condiciones laborales o salarios, a sus empleados.
El año pasado en Amazon, los trabajadores de un depósito de Bessemer, Alabama, votaron por abrumadora mayoría contra una propuesta de sindicalización apoyada por el Sindicato de Minoristas, Mayoristas y Grandes Almacenes (NLRB). Los responsables del sindicato dijeron el jueves en conferencia de prensa que su campaña -ha sido respaldada hasta por el presidente Joe Biden- y se está iniciando este proceso de sindicalización en todo Estados Unidos.
Actualmente, a nivel mundial se están presentando casos de problemas y polémicas laborales, sobre la gestión de los recursos humanos que tienen las empresas de tecnología respecto a sus empleados o “asociados”, en diversos países.
Las autoridades normativas, están enfrentándose a la gran tarea de cómo enmarcar las labores que realizan los empleados de los grandes consorcios, es decir con “servicios informáticos”, son “labores de mensajería “o sólo “actividades de economía colaborativa”.
Respecto al caso de Uber en la Unión Europea hace unos meses, se plantearon las siguientes peguntas. ¿UBER es una empresa transportes?, Son servicios de la ¿sociedad de la información” ?, Uber en ese caso en España, se declaró “prestadora de servicios, como intermediaria”. Así la falta de licencias, autorizaciones, y credenciales vulneran las normas reguladoras de sana competencia, el gran reto, es como se adecuan las leyes laborales, que además son un gran logro de lucha de los trabajadores, a esta actualidad tecnológica.
En este ir y venir de opiniones ni la misma Unión Europea está clara, sin embargo, al final de este caso, la posición oficial fue que UBER si es una empresa de transporte y no una plataforma digital colaborativa.
Al tiempo veremos, si la Justicia logra alcanzar a la tecnología en esta transformación laboral más que evidente y que trastoca los derechos humanos fundamentales de millones de trabajadores.