El Barón de Coubertin, fue un pedagogo e historiador francés quien comenzó a soñar en 1894, con la idea de una competición con deportistas de todo el mundo para que se unieran bajo el signo de la solidaridad y la hermandad sin ánimo de lucro y bajo la famosa frase de * Lo importante no es ganar sino competir*.
El enunciado en su tiempo, sonó un tanto insensato y tuvo un sentimiento de incomprensión que hoy, a 100 años de aquellos primeros juegos que tuvieron lugar también en París, sigue quedando lejos de ese espíritu purista del deporte que idealizara Coubertin.
De hecho Inglaterra por aquellos años, decidió quedar al margen y Alemania intentó reaccionar boicoteando los juegos; por si esto no fuera poco, Grecia se opuso por la alta inversión que representaba llevarlos a cabo.
¿Le suena familiar esto estimado amigo de Merca2.0?
Se acaban de celebrar, considero que con éxito en lo general, los trigésimos terceros Juegos Olímpicos teniendo como sede la preciosa ciudad de París que lo ha sido por tres veces al igual que Londres y en donde se intentó de nueva cuenta poner en común el espíritu olímpico coubertiano; sin embargo, algunos hechos lo ensombrecieron con algún grado de intensidad y relevancia al no poner en práctica la idea de inspirar a la gente para superar sus diferencias políticas, económicas, de género o religiosas. Veamos estos hechos.
- Rusia y Bielorrusia fueron los dos únicos países, de 206, que fueron excluidos de los juegos al permanecer la determinación de Putin de seguir atacando a Ucrania.
- Se izó la bandera olímpica al revés, es decir con los aros azul, rojo y negro en la parte superior, en un error de logística que puede malinterpretarse.
- El COI, tuvo que disculparse con Corea del Sur pues fue presentada como Corea del Norte. Thomas Bach, presidente del organismo, tuvo que hablar con el Presidente Surcoreano, Yoon Yeol para pedir una sentida disculpa pues no son lo mismo y aunque comparten territorio, son estados enemigos.
- En tema menor, pero significativo al fin, las medallas no resultaron de buena calidad a decir del patinador americano, Nyjah Huston, quien comentó que luego de ponérsela con sudor y prestarla a algunos amigos, la medalla de bronce empezó a desgastarse.
- La participación de personas pertenecientes al colectivo LGBT+ en el cual se pudieron apreciar referencias religiosas, como la *Última Cena* para muchos resultó una ofensa directa a los creyentes de la Iglesia Católica misma que pudo haberse evitado. El comité organizador tuvo que enviar una disculpa mundial.
Coubertin creía que el olimpismo podría detener las guerras al asociar el deporte con la cultura para que todos pudiéramos ser mejores ciudadanos y para esto afirmaba: El olimpismo no es un sistema, es un estado mental que trabaja por el humanismo.
Hablar de un evento tan trascendente que se organiza cada cuatro años es relacionarlo con la geopolítica en el orbe. Difícilmente la geografía del poder puede estar ajena a la organización, de aquí que el país anfitrión, debe hacerse de los servicios de un SPIN DOCTOR que dicte la línea discursiva y ayude a cabildear con cada país, las formas de inmersión de sus atletas en esa cultura y soslaye toda nube política que empape la justa.
Nos encontraremos más adelante.
FEDERICO TORRES LÓPEZ.