Generar ingresos, cuando menos en un primer momento, podría no ser el principal objetivo de las empresas durante la etapa de recuperación.
Esta es la conclusión de un reciente estudio firmado por KPMG el cual luego de recabar las opiniones de diversos líderes empresariales, concluyó que para el 71 por ciento de los CEOS’s construir relaciones cercanas con sus clientes es el objetivo que perseguirán dentro de su plan de recuperación del negocio.
La recuperación de las empresas
Si bien cubrir este punto con eficacia se traducirá en ingresos al mediano plazo, los encuestados por KPMG reconocen que antes de vender tienen que trabajar sobre los sentimientos que la pandemia dejará entre los clientes y colaboradores.
De hecho, se estima que el 65 por ciento de las organizaciones considera que sus nuevos objetivos ahora deben centrarse en brindar certidumbre a clientes y colaboradores.
Esto sucede aún cuando el recuento de los daños para el sector empresarial pinta cifras nada prometedoras:
- El 72 por ciento de los altos ejecutivos consultados coincidieron en que perderán hasta el 40 por ciento de sus ingresos este año.
- El 62 por ciento de los CEO’s esperan perder hasta 20 por ciento de sus clientes.
- El 34 por ciento tendrá dificultad para pagar préstamos o créditos durante el siguiente semestre.
- El 31 por ciento tendrá complicaciones para pagar impuestos.
- El 18 por ciento está considerando realizar despidos para mantener sus operaciones.
Estrategia a largo plazo
Los hallazgos de esta investigación ponen sobre la mesa las intenciones del sector empresarial por implementar una estrategia de recuperación a la largo plazo, en donde los ingresos no vendrán sino una vez que los clientes tengan mayor certidumbre de lo que está por venir.
Un reciente estudio realizado por Ernst & Young indica que un nuevo grupo de consumidores que nacerá luego de la crisis sanitaria será aquel que se caracterizará por consumidores preocupados por lo inmediato y que en el futuro lee un entorno pesimista.
A decir de la consultora, el 35 por ciento de los consumidores se encuentra dentro de este grupo, en donde la mayor preocupación se centrará en la familia y el efecto que la crisis tendrá en su entorno inmediato.
En este momento, estos consumidores han aumento su consumo en productos de alimentación (35 por ciento), reduciendo su gasto en otras categorías.
Esto habla del nivel de incertidumbre que de manera directa pegara en el consumo. Un estudio firmado por Psyma, revela que el 68 por ciento de los consumidores cree que la situación económica se verá muy afectada y el 74 por ciento piensa que muchos negocios se irán a bancarrota, con lo que el miedo, tristeza y enojo son las emociones que prevalecen en la población.
Meses para cambiar el escenario
Con esto en mente, antes de pensar en generar ingresos, las empresas deberán de trabajar para cambiar el sentimiento generalizado en la población, con miras a incentivar el consumo y la cadena de valor en un segundo momento.
Con esto en mente, no resulta extraño que las empresas vislumbren un regreso a la “normalidad” algo lejano.
De acuerdo con una reciente encuesta firmada por Vestiga Consultores, 6 de cada 10 empresas espera recuperarse de la crisis económica causada por la pandemia hasta 2022 o incluso después.
A detalle, el 33 por ciento de la unidades empresariales encuestadas indican que podrán hablar de recuperación al cierre del siguiente años, mientras que sólo el 8 por ciento afirma que este momento de estabilidad llegará este 2020.