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El smartphone conceptual de Xiaomi no tiene cámara frontal, pues los usuarios pueden simplemente voltearlo
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La cámara en cuestión cuenta con un sensor de 108 megapixeles, que permite fotos de alta calidad en baja luz
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Asimismo, tiene un procesador Snapdragon 855+, conectividad 5G, 12 GB de RAM y 512 GB de memoria
La industria del smartphone pasa por momentos extraños. Algunos agentes afirman que el poder de estos dispositivos no está en decadencia ni lo estará en ningún momento pronto. Pero basta observar los problemas a los que se enfrentan los líderes de la industria para ver que no es necesariamente cierto. Samsung, en su último reporte de resultados, registró un duro golpe en sus ingresos. Por su parte, tanto Apple como Huawei navegan aguas peligrosas.
Asimismo, el mercado global también está en un estado bastante volátil. Si bien, de acuerdo con Statista, las ventas de la industria del smartphone siguen en aumento, su crecimiento es mucho menos acelerado cada año que sucede. Firmas como IDC creen que el 2019 cerrará como uno de los periodos más complejos para todas las empresas en el sector. A eso hay que sumar datos de Research and Markets que critican la menor innovación y precios más altos.
En este sentido, las empresas de tecnología están en un dilema. Innovar y desarrollar soluciones atractivas para los usuarios requiere mucha inversión. Pero dedicar cada vez más recursos a este tipo de proyectos pondrá tensión a sus ya delgados márgenes de ganancias. Además se debe señalar que, aún si una idea es llamativa, no implica que sea buena. De todas formas, las marcas apuestan a conceptos como un smartphone plegable o enrrollable.
Otro smartphone fuera de lo común
Hay un nuevo miembro en la familia de los teléfonos inteligentes con características vistosas. Se trata del Xiaomi Mi Mix Alpha. De acuerdo con The Verge, se trata de un dispositivo con una verdadera pantalla casi infinita. Es decir, en lugar de terminar en los bordes del aparato, continúa por los costados y continúa cubriendo hasta la parte de atrás. En el reverso, solo una delgada franja perteneciente al módulo de la cámara impide que se conecte de lado a lado.
Xiaomi no tiene intenciones de comercializar masivamente este teléfono. De hecho, fue catalogado como un smartphone concepto. Se espera que en diciembre salga a la venta un lote limitado de aparatos. Los usuarios interesados en adquirir uno deberán pagar unos 19 mil 999 yuanes, equivalentes a poco más de 54 mil 700 pesos mexicanos. Además de la pantalla en el 180 por ciento de su cuerpo, tiene botones de volumen sensibles al tacto en el costado.
¿Conceptos inútiles para el mercado?
Todas las compañías tratan de buscar cómo alzar las ventas de la industria del smartphone. Apple, con su iPhone 11, parece apostar a un público un poco más masivo con un precio ligeramente menor. Por su parte, Samsung quiere desarrollar un concepto más conveniente de teléfono plegable con un Galaxy Fold 2 cuadrado. Por su parte, Google podría estar trabajando en un dispositivo de gama ultrabaja, sin capacidades touch, con un sistema Android moderno.
Sin embargo, ya se ha criticado la inutilidad de este tipo de smartphone concepto. Con respecto a los plegables, los problemas de pantalla (incluyendo durabilidad, capacidad de batería, etcétera) los hacen aparatos muy sensibles y con pocas ventajas. Los enrrollables podrían terminar teniendo exactamente los mismos problemas que sus contrapartes foldable. Por su lado, un teléfono de pantalla infinita podría no ser tan atractivo debido a su alto precio.
¿Deberían las marcas seguir invirtiendo en este tipo de aparatos conceptuales? Tal vez. Al final, son estos experimentos los que permiten a las marcas encontrar ideas que realmente puedan atraer al público. Sin embargo, el enfoque de la industria del smartphone no es por completo acertada. Casi parecería que las marcas buscan soluciones a retos que no existen. En lugar de, como debería, identificar las necesidades del mercado y tratar de resolverlas.