El 12 de agosto, Twitter presentó un nuevo diseño en todas sus plataformas. Cambió colores, aspecto, botones y hasta una nueva fuente para los textos de las publicaciones llamada Chirp.
Horas después, comenzaron las críticas. Usuarios de distintas latitudes decían (en Twitter, claro) que la nueva tipografía y el contraste les estaba provocando dolores de cabeza al hacer scroll y al mirar mucho tiempo la pantalla.
Parecía ser una de las clásicas resistencias a los cambios que es muy habitual en los rediseños de las aplicaciones famosas (le pasó a Twitter antes, también a Facebook y a Snapchat).
Siempre hay un grupo de usuarios que se sienten incómodos con los cambios, no sólo en Twitter, sino en todas las plataformas sociales, e incluso cuando las marcas hace rebranding de sus logos.
Sin embargo, esta vez parece que era cierto.
El fin de semana, la plataforma dirigida por Jack Dorsey anunció que está haciendo cambios en el contraste de todos los botones “para hacerlos más suaves para la vista”.
Los nuevos cambios apuntan especialmente al contraste de los botones rediseñados, que al parecer están generando complicaciones a algunos usuarios.
El rediseño de Twitter había cambiado la tipografía por la Chirp, alineada a la izquierda, y había modificado el aspecto de los botones, quitando tonos azules y aumentando el contraste para optimizar la visibilidad.
Ahora, la cuenta oficial de accesibilidad de Twitter dice que volverá a hacer cambios porque hay personas con “sensibilidades sensoriales” que están teniendo problemas.
We’re making contrast changes on all buttons to make them easier on the eyes because you told us the new look is uncomfortable for people with sensory sensitivities. We’re listening and iterating.
— Twitter Accessibility (@TwitterA11y) August 13, 2021
En paralelo, Twitter dice que ha identificado problemas en el funcionamiento de la fuente Chirp en la versión para computadoras personales con Windows y explicó que está “trabajando para solucionarlo”. Es decir, Chirp podría tener los días contados.
La marcha atrás de Twitter es un claro ejemplo de rediseño fallido. Cuando lo lanzó, la red social dijo que “podría parecer extraño al principio”, pero aseguró que mejoraría la visualización del contenido y limpiaría el desorden visual.
Pero muchos se quejaron. “La tipografía es más pequeña y más densa, lo que hace que necesite forzar más la vista para leer”, escribió un usuario. Otro dijo: “Es simplemente imposible leer si uno tiene alguna discapacidad visual”.
Respecto de la fuente, también muchos se molestaron. Respondiendo a un usuario preocupado que pedía poder elegir su propia fuente, Twitter ahora prometió nuevos cambios. “Estamos revisando los comentarios de todos sobre la fuente”, le respondieron oficialmente.
Al anunciar la nueva fuente, en enero de 2021, el jefe de marca de Twitter, Derrit DeRouen, dijo que había sido diseñada por la fundación tipográfica suiza Grilli “para mejorar la forma en que transmitimos la emoción y la imperfección”, y que la tipografía estándar Helvética, ampliamente utilizada, “no estaba a la altura del mercado”.
Pero ahora, ese hilo de DeRouen está repleto de respuestas que instan a Twitter a usar Helvética, o cualquiera otra fuente predeterminada del sistema.
I want to give a bit more depth to Chirp, our new typeface.
Type, in 280 character doses, is the foundation of Twitter. In the history of the company we’ve either relied on someone else’s typeface, from SF Pro and Roboto, to Helvetica Neue in our brand. pic.twitter.com/OrvlYsxF9g
— Derrit DeRouen (@DerritDeRouen) January 27, 2021