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La campaƱa de KFC fue diseƱada con el apoyo de la agencia Wieden & Kennedy Portland
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Se espera que los consumidores que alcancen esta suscripciĆ³n puedan ordenar sus alitas en hasta tres sabores diferentes
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En promedio, el valor real de los alimentos que ofrece la suscripciĆ³n superan los 406 dĆ³lares
A veces parecerĆa que cada nueva campaƱa en la industria es mĆ”s ridĆcula que la anterior. No se trata simplemente de una opiniĆ³n subjetiva. Basta ver proyectos como el de Panasonic, que utilizan a extravagantes influencers para vender apagadores. O bien el ambicioso proyecto de Fortnite, que destruyĆ³ por completo su videojuego para hacer un reboot de su tĆtulo. Incluso la propuesta de Burger King de entregar hamburguesas sin mediar palabra entra en este terreno.
Resulta evidente que estas crecientemente ridĆculas iniciativas comerciales responden a un problema crucial: la reducida atenciĆ³n de los consumidores. SegĆŗn Digital Information World, ya desde 2015 que la ventana de atenciĆ³n de los usuarios se calculaba en poco mĆ”s de ocho segundos. No solo significa que la competencia por la audiencia es mĆ”s brutal, como apunta Forbes. De acuerdo con Cision, las marcas deben adaptar cada nueva campaƱa de contenido.
En este sentido, no es sorprendente que la publicidad sea mĆ”s extravagante y ridĆcula. Al final, son estas ideas las que llaman la atenciĆ³n de los consumidores. Por supuesto, siempre se pueden marcar algunos lĆmites a estas tendencias. Algunos proyectos, como aquellos que se burlan directamente de los consumidores, pueden no ser efectivos para fines comerciales. Otros son un poco mĆ”s difĆciles de calificar, al menos en un primer anĆ”lisis de la campaƱa.
Una campaƱa para promover el āNetflixā de la comida rĆ”pida
La mĆ”s reciente iniciativa de KFC entra en este terreno difĆcil de calificar. La compaƱĆa acaba de anunciar un nuevo servicio de suscripciĆ³n, de acceso limitado, a los consumidores de Estados Unidos (EEUU). La promociĆ³n ofrece a 500 fanĆ”ticos de a cadena de comida rĆ”pida contratar un servicio de pollo frito por 75 dĆ³lares. Quienes tengan la oportunidad de obtenerlo, podrĆ”n recibir una orden de 48 alitas cada semana, durante un periodo de 10 semanas.
Como parte de la campaƱa, KFC lanzĆ³ tambiĆ©n un video promocional para difundir estos āSeasoned Ticketsā. En Ć©l, el Coronel Sanders (interpretado esta vez por el actor Sean Astin) asegura que es uno de los mejores tratos que se pueden obtener durante la temporada de fĆŗtbol. Asimismo, asegura que los boletos fĆsicos tienen un olor a pollo. Para esta activaciĆ³n, la marca se aliĆ³ con StubHub, una compaƱĆa de intercambio de boletos propiedad de eBay.
ĀæSe viene una ola de suscripciones de comida?
AsĆ como lo hace la campaƱa de KFC, muchas otras empresas y servicios han tratado de convertirse en el āNetflixā de su ramo. Google, a travĆ©s de su proyecto Stadia, intentĆ³ reclamar este tĆtulo para el universo de los videojuegos. Sin embargo, tanto el Apple Arcade como el Play Pass de Android se convirtieron en mejores homĆ³logos de la plataforma de streaming, al menos en mobile. TambiĆ©n empresas como Amazon y OneGo han tenido ideas similares.
La campaƱa, como esfuerzo publicitario, es muy buen. Aprovecha perfectamente la temporada de fĆŗtbol americano, una de las mĆ”s provechosas para marcas y compaƱĆas en EEUU. EstĆ” tambiĆ©n en la lĆnea de las extravagantes activaciones de KFC, que siempre se ha caracterizado por tratar de entrar a la cultura popular a toda costa. Pero las implicaciones a futuro de esta activaciĆ³n tambiĆ©n son interesantes, ya que podrĆa abrir puertas para las marcas de alimentos.
En especĆfico, se podrĆa empezar a popularizar los sistemas de suscripciĆ³n de alimentos. Aunque de inicio suena como a un concepto ridĆculo, podrĆa ser una gran opciĆ³n para reforzar la fidelidad de los consumidores. KFC y sus competidores podrĆan ofrecer este tipo de ofertas solo a sus seguidores y fanĆ”ticos mĆ”s leales. Una campaƱa de este tipo ademĆ”s podrĆa ser un canal adicional de ingresos constantes. Y mĆ”s importante aĆŗn, llamarĆa la atenciĆ³n del pĆŗblico.