Sea cual sea tu ámbito laboral o tu puesto de trabajo por lo menos alguna vez en tu vida tendrás que enfrentarte a una audiencia para exponer una idea, compartir una presentación, dar a conocer tu punto de vista, o vender un producto o servicio. Es como si de pronto, el mundo fuera nuestro escenario.
Cada momento en donde tomamos la palabra es un momento para demostrar nuestro liderazgo, nuestras capacidades, conocimientos, experiencia y el valor que aportamos a los demás.
Desafortunadamente, en muchas de estas ocasiones aún cuando crees que tienes la preparación y el contenido suficiente para atraer la atención e influir en la toma de decisión, sucede que empiezas a hablar y todo se derrumba: los nervios te traicionan.
A continuación algunas recomendaciones que te pueden servir para tomar el escenario y hacerte notar positivamente:
- Confianza en ti mismo: No hay píldoras mágicas para acrecentar la confianza en ti mismo. Sin embargo, debes trabajar diariamente en tu creencia mental sobre lo que eres y lo que puedes aportar. Créetela, proyéctalo, imagínate en tu mejor versión, en aquellos momentos en donde sabes que puedes y que eres extraordinariamente bueno. Confía en el poder de tu presencia.
0 - Comunicar vs Conectar: Hay muchas personas que son académica o técnicamente muy capaces, otras saben comunicar muy bien pero los que realmente la hacen en grande son aquéllos que logran conectar con su audiencia. Es lo que yo llamo: “Personas a las que nadie puede quitarles la vista de encima” No se trata de ti, se trata de ellos, de tu audiencia de lo que necesitan y quieren escuchar.
0 - Tomar el control: Una vez que se “abre el micrófono” tienes que tomar control, control de ti mismo y de tus emociones, control de la audiencia (conecta cara a cara), control del mensaje, control del tiempo, etc. Por supuesto que habrá muchos factores que pueden “jugar en tu contra” pero debes ir lo más preparado y seguro posible. Estar presente, enfocado, organizado y concentrado en el momento siempre da buenos resultados.
0 - Proyecta energía y entusiasmo: La gente que proyecta entusiasmo y energía se podría decir que “vibra alto”. Se siente cuando alguien llega e impacta con su presencia. La forma en como te comunicas, tu lenguaje corporal, la amplitud de vocabulario, los pequeños detalles en tu actuar comunican en todo momento.
0 - Ser asertivo, no agresivo: La asertividad es un reflejo de confianza y seguridad, es una forma de demostrarle a la gente la convicción que tienes sobre tu postura y tus ideas. La agresividad implica “ir al ataque”, confrontar para ganar, lo cual puede resultar contraproducente. Puede funcionarte en el corto plazo, pero si quieres ser un líder que toma el escenario tendrás que mostrarte convincente, persuasivo, asertivo e inteligente.
Viene a mi mente una frase de Charles Chaplin que me gusta muchísimo y dice “ La vida es una obra de teatro que no permite ensayos… Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida…Antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos.”