La cantidad de estímulos que se reciben a diario, desde los siempre presentes a las interrupciones, van en contra de la concentración y adecuada asignación de esfuerzos al trabajo (o cualquier otra actividad) que se esté realizando. Lo que a su vez se refleja en un menor rendimiento, mayor cansancio o mente siempre en ‘alerta’.

Para evitar que esto suceda, una de las técnicas que suelen proponer los expertos ( y que puede que haya escuchado mencionar en los últimos años) esta relacionada con el mindfulness o atención total, que sirve para que las personas logren aumentar sus niveles de productividad gracias a la capacidad de dedicar todos los recursos de atención y concentración de forma consciente y plena a una tarea.

Y aunque no todas las empresas utilizan esta táctica, las que si la han puesto en práctica muestra una mejora en el rendimiento de sus empleados, esto según el estudio que ha llevado a cabo Adecco Training, para analiza el impacto del mindfulness en la productividad.

“El mindfulness es un recurso que consiste en enseñar al cerebro a poner el foco en una sola función, de tal forma que pueda dedicarle una atención plena.” No se trata de un concepto nuevo, pues desde hace siglos se maneja este concepto como una parte del budismo, y hace algunas décadas que se reconoce su valor y utilidad sin importar las creencias religiosas. De hecho, los resultados positivos (a nivel personal y profesional) que tienen para quienes los ponen en práctica, le han convertido se ha convertido en uno de los métodos de meditación más usados en Occidente.

En España, por ejemplo, “la práctica de mindfulness o atención plena es aún minoritaria y sólo se ha puesto en marcha en empresas muy preocupadas por la salud de los trabajadores o en aquellas que son innovadoras en la búsqueda de técnicas que faciliten su bienestar. Según la encuesta realizada por Adecco Training, sólo un 5% de los trabajadores españoles lo practica, a pesar de sus múltiples beneficios.”

En el reporte también se destaca que, su práctica incrementa la productividad, en torno al 20 por ciento. “Se calcula que cada trabajador pierde, de media, alrededor de una hora y media al día en distracciones, lo que supone unas ocho horas a la semana, o lo que es lo mismo, cada trabajador, de media, desaprovecha el 20% de su jornada laboral.”

De esta forma, quien practica la técnica de la atención plena es capaz de utilizar con más efectividad su tiempo, pero además, el mindfulness no solo repercute en la productividad, pues “también sirve para reducir la sensación de estrés en el trabajo, pues el 65% de los trabajadores afirma tener mayor sensación de calma y relax en el trabajo. La efectividad de esta técnica a la hora de reducir los niveles de estrés es tal, que se ha detectado una reducción del 78% en los días de baja por ansiedad, estrés o depresión en las empresas que llevan a cabo esta práctica.”

Los estos efectos de esta modalidad de atención no se perciben de forma inmediata. De hecho, se requieren varias semanas para poder convertirlo en una practica habitual que de frutos.

Según el informe, otras de los efectos observados por los trabajadores que utilizan el mindfulness son:

• Facilita el trabajo en equipo: La práctica continuada de mindfulness hace a las personas menos críticas con los demás y mejora su capacidad de escucha, lo que se traduce en una mayor capacidad de trabajo en equipo.
• Mejora la inteligencia emocional: Este tipo de meditación ayuda a gestionar el dolor y las emociones de forma más eficaz.
• Mejora el sueño: La reducción de estrés y la mejora en el control de las emociones pueden tener beneficios sobre el sueño.
• Incrementa la eficacia: Al aumentar la concentración y la atención, la memoria y la gestión emocional, la persona se sentirá mucho más capacitada en la toma de decisiones y eso le hará una persona más productiva y eficaz en el trabajo.

Una opción para enfrentar el día a día y ser más eficientes y productivos con el tiempo, tanto laboral como personal.