Si algo pone de manifiesto la cultura popular actual es, en efecto, el miedo al olvido, que es otra forma de morir, como bien nos lo recuerda Coco, la entrañable película de Disney-Pixar. Y ahora, en el marco del “Día de Muertos”, es más claro que nunca que la mayor parte de la gente tiene miedo de perder sus recuerdos, y claro, de ser olvidada, como Héctor, músico, compositor y tatarabuelo de Miguel, el protagonista de dicho film.
La edad, como sabemos, es el mayor oxidante conocido hasta ahora. Como sabemos, el gran enemigo de la memoria es la demencia, cuya manifestación más conocida es el temido Alzheimer, que se considera la nueva epidemia del siglo XXI. En la actualidad, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en el mundo hay alrededor de 55 millones de personas en el mundo con este padecimiento, cifra que se duplicará cada 20 años. A decir de Alzheimer’s Disease International, para 2030 haya 65.7 millones de casos, y poco más de 115 millones, para 2050.
Se estima que en México alrededor de 900 mil personas padecen Alzheimer, pero esta cifra podría elevarse a un millón debido a que una cantidad importante de casos no se reportan en los sistemas de salud, según María del Carmen Cárdenas Aguayo, titular del Laboratorio de Reprogramación Celular y Enfermedades Crónico-Degenerativas del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México.
El Alzheimer es la demencia de mayor prevalencia en el ámbito global y, de hecho, afecta más a la población femenina que a los varones. De cada 100 individuos con este padecimiento, 60 son mujeres, lo que en algunos casos los especialistas atribuyen tanto a la mayor esperanza de vida de las féminas, como a los estrógenos.
La edad es visible y evidente para todos, sin embargo, cada organismo es diferente, por lo cual a veces nos sorprendemos, para bien o para mal, cuando nos enteramos de cuántos años tiene una persona, pues a veces puede parecernos “avejentado/a”, o bien, una o un “traga-años”, lo que significa que se ve más joven de su edad biológica.
¿Por qué no todo mundo luce igual si tienen el mismo número de años? La respuesta es simple: el estilo de vida. Para muestra, un botón: en la Ciudad de México vive María del Pilar, una señora de 76 años a quien todos le dicen que no aparenta la edad que tiene, lo cual es totalmente cierto. Esta señora es mamá de tres hijos y tiene siete nietos.
¿Cuál es su secreto? Que es una persona que “se cuida mucho”, pues se alimenta de manera saludable, se hidrata con agua simple todo el día y bebe tés también, convive frecuentemente con familiares y amigas y es una persona activa en general. Ha dejado de hacer caminata por un problema en sus rodillas, pero en general, está bastante bien de salud. Sin embargo, la principal razón de que luzca más joven es que “se retiró” de la vida laboral a los 43 años –cuando su esposo falleció- y, desde entonces, dejó de tener estrés, traslados, etcétera. Se dedicó a cuidar a dos de sus nietos y, en general, ha llevado una vida tranquila y eso es fundamental.
Aunado a lo anterior, esta señora de la tercera edad, quien vive en el sur de la capital mexicana, se toma a diario sus vitaminas y minerales, lo que sin duda también le ayuda. Sabemos que hoy en día avances científicos como la nanotecnología han posibilitado el desarrollo del suplemento Omega 5 Nanoemulsionado -cuyo nombre comercial es GranaGard-, que se obtiene de la granada con tecnología israelí de vanguardia, que coadyuva en la protección de la memoria, dado que actúa como un neuroprotector, además de que ralentiza el envejecimiento prematuro al proteger las neuronas.
Lo cierto es que los problemas de memoria son más comunes de lo que solemos aceptar y cada vez empezamos a verlo en población más joven, lo cual se atribuye al estrés derivado del estilo de vida actual y, por supuesto, a la mala alimentación y vida sedentaria.
“Sin duda, la pérdida de la memoria es uno de nuestros mayores temores, particularmente cuando uno tiene 40 años o más. Al inicio, el deterioro cognitivo es leve, con pequeños olvidos, pero cuando uno avanza en edad, por lo general se presentan pérdidas cognitivas más significativas, aunque al inicio esta leve condición no interfiere de manera más evidente con la realización de las actividades diarias”, resalta el doctor Mauricio Veloso, director médico de Distribuidora BioLife.
De ahí la importancia de la prevención desde una temprana edad, consumiendo antioxidantes, porque todos, desde que nacemos, nos oxidamos todos los días, al igual que una manzana luego de ser mordida. Al ser un compuesto natural, derivado del aceite de la semilla de granada, el Omega 5 Nanoemulsionado puede ser consumido de forma continua y permanente, ya que no genera adicción.
“El Omega 5 Nanoemulsionado, es un excelente complemento que garantiza que sus células se encuentren protegidas y disminuya el proceso de oxidación. Y al ser un complemento nutricional, no medicamento, éste no se contrapone con ninguno de sus tratamientos; al contrario, aumenta la efectividad del tratamiento médico, con mayor beneficio en pacientes con Alzheimer”, concluye el doctor Veloso.
No debemos olvidar que si actuamos hoy en la prevención de enfermedades como el Alzheimer -con buena alimentación, hidratación correcta y ejercicio diario-, protegeremos nuestra memoria, y con ella, nuestros recuerdos, que al final son los que nos dan identidad y nos confirman quiénes somos.
Hasta la próxima.
El Botiquín
Nos dice Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud, que la pandemia sigue a la baja, tanto en número de hospitalizaciones como en fallecimientos, pero advierte que pronto empezaremos a ver personas enfermas de distintas enfermedades respiratorias invernales. “No todo será Covid”, porque ahora esta nueva enfermedad convivirá con influenza, incluso la nueva H5N5, gripe común y otras más. Ante ello, más nos vale no bajar la guardia y seguir conservando todas las medidas sanitarias. Y a quien le falta ponerse la dosis de refuerzo, hágalo, y vacúnese de influenza lo antes posible. A los niños, ni hablar, a buscar la vacuna anti Covid e ir con la idea de que estará uno buen rato a la espera de la aplicación, pero es mejor actuar que no hacer nada.