Según IHRSA (International Health, Racquet & Sportsclub Association), organismo que reúne a los integrantes de la industria de clubes y gimnasios, el mercado del fitness en México tiene un valor aproximado de mil 800 millones de dólares, y lleva un crecimiento anual sostenido desde hace unos cinco años de cerca de 20 por ciento.
En el país, aproximadamente el 3.2 por ciento de la población está inscrita en algún gimnasio o un club deportivo, cifra que en 2013 apuntaba a un 2.2 por ciento; a manera de referencia, en países como Estados Unidos o España, esta penetración es de un 16 por ciento. El valor del mercado mexicano está sustentado por aproximadamente 12 mil clubes deportivos y gimnasios que atienden a cerca de 4 millones de personas.
El mercado del fitness, se acomoda
De unos cinco años a la fecha se ha dado una tendencia en el surgimiento de estudios especializados en disciplinas de fitness, que permiten dar una atención personalizada a los usuarios, cosa que resulta complicada en los gimnasios grandes.
Algunos ejemplos de estudios especializados son los lugares de ciclismo bajo techo, los “boxes” de Crossfit, gimnasios de box, centros de yoga o los programas intensivos de entrenamiento, donde a través de rutinas cortas de alta intensidad, programas de nutrición y servicios de tratamientos de reducción de peso, permiten a la gente mejorar su estado físico en un plazo concreto cercano a los dos meses.
La gran fortaleza de estos lugares es que están especializados en disciplinas deportivas, lo que puede ayudar a tener un resultado más rápido, se pueden personalizar los entrenamientos, seguimiento a objetivos, atención uno a uno y como cliente recibes un servicio más cercano, generando comunidad con las demás personas que asisten a ellos.
Marcas como 54D, 9Round, 8W, Orange Theory, Siclo y otras más, empiezan a robar mercado a las grandes y tradicionales cadenas de gimnasios como Sport City, Sports World o Acuática Nelson Vargas.
El valor agregado, indispensable en el fitness
En esta industria, el cliente ahora elige lo que más le conviene y dónde mejor se sienta atendido, desde un gimnasio de alguna cadena, o un pequeño estudio de Yoga. La decisión es nuestra y lo que buscamos como nos orienten y que con ello se puedan lograr resultados: bajar de peso, salud, mejorar la apariencia, fortalecer, ser mejor deportista.
En cuanto a precio, muchos de estos nuevos lugares de fitness tienen la opción de cobrar por clase y no de obligar al cliente a pagar una mensualidad. El precio por clase, dependiendo el estudio o la modalidad de deporte, puede ser de 50 a 300 por sesión. Por el otro lado, el viejo esquema de pago mensual en una cadena de gimnasios, puede estar en un rango de 800 a 2 mil 700 pesos al mes. Si la gente no encuentra un valor agregado, elige por precio.
En resumen, la industria del fitness en México está creciendo de manera sostenida y se espera que siga así hasta 2020. La conciencia en la salud y que somos un país donde el 70 por ciento de la población tiene problemas de peso, se ha convertido en un detonador para que cada vez más mexicanos se activen físicamente y sigan moviendo esta industria del fitness, hacia mercados maduros como el español, brasileño o de nuestros vecinos del norte.