Por Brigitte Seumenicht
Twitter: @seumenicht
“El mejor producto creativo a desarrollar somos nosotros mismos”
Todos somos creativos por naturaleza. De niños somos capaces de utilizar nuestro potencial creativo en un 98% sin embargo conforme vamos creciendo ese porcentaje se reduce a menos del 20%. Alguna vez leí que en el Kinder nos dan una caja con 60 colores y terminamos como adultos usando un solo color.
La educación, la presión social, el miedo al juicio y la crítica, son algunos de los bloqueos que limitan la creatividad. Recorremos un camino en el que preferimos copiar e imitar que crear e innovar. Me gusta la frase de Carl Jung que dice “Nacemos siendo originales y morimos siendo copias”
Sin embargo, el ritmo vertiginoso en el ambiente laboral nos anuncia de manera tajante que el aprendizaje y por ende los puestos de trabajo tienen fecha de caducidad lo que nos obliga a reinventarnos constantemente. Es necesario confiar en nuestra habilidad creativa para desarrollar de nosotros mismos el mejor producto creativo.
Y es que ser creativo no significa exclusivamente hacer buen arte, es también la capacidad que tenemos todos nosotros para solucionar problemas, para generar ideas que hagan de tu vida y del mundo un lugar mejor para vivir.
Cuando nos permitimos ser creativos (o utilizar nuestra creatividad) nos sentimos mejor, le damos un sentido a lo que hacemos, se incrementa la energía y las ganas de hacer nuevas y diferentes cosas, nos sentimos útiles, y lo mejor, nos sentimos felices.
La creatividad es necesaria en nuestro día a día, de manera constante la vida nos presenta oportunidades para demostrar que tenemos la capacidad de pensar de manera lateral y propiciar nuevas ideas y soluciones.
La buena noticia es que la creatividad es una habilidad que se alimenta con pasión y entrega, es una forma de ver la vida y vivir la vida, es una elección y es divertida
¿Pero cómo? ¿Qué puedo hacer para ser más creativo?
Dado que es una habilidad podemos irla desarrollando y con pequeñas acciones. A continuación algunos ejemplos de actividades que pueden ayudarnos a ser más creativos:
- Di SÍ siempre que te inviten a una actividad que te ponga a prueba de forma física, mental, espiritual o cultural. Arriésgate. No permitas que la apatía, el miedo ó la flojera nublen el panorama de oportunidades que se presenta ante ti.
- Una vez al mes (al menos) compra una o dos revistas que nunca pensaste comprar. Párate frente al estante, cierra los ojos y toma dos revistas. Hojea y observa lentamente. Siempre hay algo nuevo que aprender.
- Busca siempre la oportunidad de platicar con personas que no conozcas, entre más distintas a ti mejor. Cada persona tiene una historia que contar, dentro de cada cabeza hay un mundo que conocer y explorar. Esto ayudará a ampliar tu panorama y evitar los juicios preconcebidos.
- Procura que cada año tu CV sea radicalmente distinto que el año pasado. Estudia un nuevo idioma, aprende de una nueva cultura, hazte experto en un tema, agrega conocimiento y experiencia que enriquezca tu vida personal y profesional.
- Busca espacios que te den paz y tranquilidad. Relájate. Desconéctate. Abúrrete. Si sí aburrido sin hacer nada, solo tú y tu mente. (¡sin smartphone!) ¿Hace cuánto que no estás aburrido? ¿Qué se sentía estar aburrido? ¿Qué ideas venían a tu cabeza? Asómate por la ventana ¿Qué ideas se te ocurren cuando ves el paisaje? ¿Qué acaso las mejores ideas no vienen cuando estamos relajados en la playa o de vacaciones?
La lista podría ser interminable pero me gustaría mucho escuchar ¿Qué haces tu día a día para ser más creativo? Comparte con nosotros y en el próximo artículo publicaremos algunas de las sugerencias.
Besos azules.