A pesar de los avances en MĆ©xico y de la creciente conciencia de los compradores, nuestro paĆs va 30 aƱos atrasado con respecto a la población europea, en cuanto a reciclado, consumo de bienes sustentables o responsabilidad empresarial.
Cuando hablamos de marketing sustentable, nos referimos a la venta de productos que han sido elaborados con mƩtodos o estrategias que permiten reducir su impacto y huella medioambiental o empresas que apoyan proyectos para reciclar, reaprovechar y beneficiar a la sociedad.
Los compradores de hoy en dĆa son cada vez mĆ”s sensibles al impacto medioambiental, se fijan en los etiquetados y tratan de entender cuĆ”l es la cadena de producción y fabricación que estĆ”n detrĆ”s del producto que ven en los estantes y aparadores de los puntos de venta o en las tiendas en lĆnea.
Una investigación publicada por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey sobre las tendencias sociales actuales y su impacto en la identificación de oportunidades de negocio, define al consumidor responsable como āun comprador consciente y sensible de las repercusiones que sus hĆ”bitos de consumo tienen sobre el desarrollo sostenible de la región en la que vivenā.
Este perfil de consumidor es especialmente destacable en las generaciones de los millennials y centennials, quienes estÔn mÔs dispuestas a cambiar su forma de consumir, hacer una inversión un poco mayor en su compra o comparar marcas, con el objetivo de tomar una decisión informada que genere un impacto positivo para la comunidad.
De acuerdo con el INEGI, estos dos segmentos juntos suman casi el 60 por ciento de la población. AdemĆ”s, la investigación del Tec de Monterrey tambiĆ©n revela que el 20 por ciento de los adultos mayores entrarĆan en esta categorĆa de compradores.
Por su parte, un estudio publicado recientemente por la empresa de anƔlisis de datos y estudios de mercado Kantar muestra que 71 por ciento de los mexicanos busca en la medida de lo posible productos y embalajes reducidos o reciclados.
Son muchas las marcas que en los últimos años decidieron apostarle al marketing sostenible, ya sea a través de colaboraciones con organizaciones de la sociedad civil, involucrÔndose en proyectos de impacto social, como, por ejemplo, negocios o empresas que apoyan la readaptación social de penitenciarias, la reinserción profesional de personas sin hogar o la integración de comunidades migrantes.
Asà como empresas que deciden apoyar proyectos medioambientales como reforestación de Ôreas quemadas, instalación de muros vegetales en zonas urbanas o recuperación de espacios públicos mediante el diseño de parques, Ôreas verdes o huertos urbanos.
En sectores como el de la moda, hemos visto iniciativas de reutilización de sobrante textil para otras Ć”reas de negocio como decoración o tapicerĆa; recuperación de toneladas de viejas prendas para donación o rediseƱo de nuevas lĆneas de ropa; asĆ como captación de agua de lluvia, uso de sensores de goteo y humedad y tratamientos de agua residual.
Por lo tanto, aquellas empresas y marcas que decidan enfocar sus esfuerzos hacia esta tendencia, deben de entender que una buena estrategia de marketing sustentable puede tambiƩn ser rentable y que existen infinidad de posibilidades.
Para aplicar correctamente el marketing sustentable en una empresa es necesario, en primer lugar, establecer una estrategia que estĆ© en lĆnea con los valores y la identidad de la marca y cuente con objetivos claros en tĆ©rminos de impacto social y/o medioambiental que sean medibles.
AdemƔs, es fundamental equilibrar los objetivos empresariales con los proyectados en la estrategia. TambiƩn serƔ de gran importancia establecer fuertes alianzas con actores sociales clave para lograr las metas de impacto social y medioambiental.
A pesar de los avances en MĆ©xico y de la creciente conciencia de los compradores, la investigación del Tec indica que nuestro paĆs va 30 aƱos atrasado con respecto a la población europea, en cuanto a reciclado, consumo de bienes sustentables o responsabilidad empresarial.
Tenemos el futuro del planeta en nuestras manos y como empresas, debemos reconectar con la naturaleza y ser el motor de cambio junto con la ciudadanĆa, nuestra mĆ”s fiel aliada.