La pandemia del covid vino a cambiar todo a nivel mundial desde la salud, economía, tecnología hasta la forma de vivir nuestra rutina diaria y la política no es la excepción.
Sin embargo en este sector ya de por sí golpeado por la falta de confianza que se ha venido dando del ciudadano hacia los gobernantes, se está adaptando a las nuevas reglas del marketing político para seguir vigente en los votantes.
Mucho hemos escuchado de las expresiones faciales y las micro gesticulaciones para detectar mentiras, así como el mirar fijamente a los ojos para detectar la veracidad de nuestro interlocutor, sin embargo, estos supuestos tips de detección de mentiras, también los saben la gente que se dedica a engañar de profesión y constantemente practican sus movimientos y gesticulaciones para evitar ser evidenciados en una mentira a través de su discurso y su lenguaje corporal.
Estamos en una época donde ya nadie confía en nadie y los estudios de medición de la confianza del consumidor en las instituciones en México salen francamente con calificaciones reprobatorias. Inclusive las Universidades, que son las instituciones que podríamos decir que son en las que más confianza tiene el consumidor, seguido de las Iglesias, incluso ellas, sacan una calificación de siete en una escala del uno al diez.
Para bien o para mal y por la novedad y la supuesta libertad de expresión de las redes sociales, el Internet, es el medio que mejor reputación tiene ante los demás competidores, los noticieros de la tv y de la radio ya no tienen credibilidad, los medios impresos como periódicos perdieron toda su veracidad de unos años para acá, sin embargo, tenemos que estar conscientes que el Internet y las redes sociales son muy manipulables con “bots” que permiten modificar tendencias, y ya que hablamos de la confianza y los medios, y ya que estamos en época de elecciones, que en realidad los políticos todo el tiempo están en campaña nunca dejan de hacer promoción tengo que hablar forzosamente del Marketing Político; que es la rama del marketing que se dedica a la investigación, planificación, gestión, comunicación, diseño y ejecución de acciones estratégicas y tácticas a lo largo de una campaña política, sea ésta electoral o de difusión institucional, aplicable tanto a personas como a organizaciones.
En estos tiempos de covid que se suponía algunos sacarían provecho y otros se irían hasta abajo en preferencias, todos los actores políticos e instituciones a nivel mundial deberán tener muy claras sus estrategias y planes de acción en lo que a marketing se refiere con la intención de la obtención de votos. Ya que si bien sabemos que la corrupción y el clientelismo es lo que impera en épocas electorales, el marketing político es la opción que puede ayudar a los candidatos a sortear y tratar de mejorar la muy baja calificación que tienen en cuanto al nivel de confianza y credibilidad con la que cuentan. Ya que no sólo se trata de la imagen pública que ostentan como personas y que sabemos está muy cuidada y ensayada en sus apariciones en público, el marketing como siempre lo decimos, su función básica es la de agregar valor al intercambio y crear experiencias memorables en los clientes objetivos, y es justo aquí donde les falla a los políticos, ya que se encuentran sumamente preocupados por ellos mismos como producto y nada enfocados en los votantes o su público objetivo como lo dicta el marketing. Ensayan sus discursos, compran las mejores ropas y cuidan todos los detalles de sus apariciones, pero están dejando de lado lo que precisamente es lo más importante en el marketing; el cliente consumidor, en este caso los votantes.
Las elecciones postcovid nos están dejando a nivel mundial grandes lecciones, la primera los bots no votan, países como México y los Estados Unidos se les está acabando el efecto de sus productos estrella en sus casos AMLO Y TRUMP , ya se están viviendo los diferentes escenarios por no actuar correctamente y a tiempo en la pandemia, los resultados nulos, los discursos en excesos, etc
Así como el marketing político les ayudó a ambos mandatarios a ganar en sus respectivas elecciones como lo anticipe en mis columnas atrás, en estos momentos el peor enemigo de ambos es el marketing político postcovid.