Por Brigitte Seumenicht
Twitter: @seumenicht

Platón decía sabiamente que “En una hora de juego se puede aprender más de una persona que en un año de conversación”. El juego en los niños es una necesidad básica primordial, tan importante como lo es alimentarse, ejercitarse y dormir bien. Los niños aprenden a usar su imaginación a través del juego y dan sentido al mundo que los rodea a través de historias y metáforas.

Los juegos en la infancia permiten aflorar la curiosidad, la fascinación, el asombro, la espontaneidad y la autenticidad. En los adultos los juegos nos permiten descubrir nuevas facetas de nuestra imaginación, pensar en numerosas alternativas para un problema y desarrollar diferentes estilos de pensamiento.

Tristemente, pareciera que conforme pasa el tiempo el juego se vuelve exclusivo para los niños, y sobre todo dentro de las empresas el término “jugar” pareciera un sinónimo de lujo prohibido, pérdida de tiempo ó poca seriedad. Se ve al juego como algo trivial y absurdo. El juego en el ámbito empresarial muchas veces se limita al campo de golf.

Es indispensable dentro de las empresas, sobre todo aquellas dedicadas al marketing, el diseño y la comunicación, fomentar las actividades lúdicas que ayuden al equipo de trabajo a generar ideas frescas e innovadoras.

Sin embargo, seguramente has sido partícipe de algunas sesiones de proceso creativo (o incluso reuniones) en donde se solicita al equipo que generen gran cantidad de ideas y lleguen a una solución y lo único que se siente en la sala es presión, escepticismo y tensión, lo cual puede resultar contraproducente y no llevar a ningún lado.

Si bien es cierto que no se trata de jugar por jugar, el juego tiene sus reglas y debe ser encauzado para el cumplimiento de un objetivo ó una meta. Aunque no está mal jugar por jugar, en el ámbito laboral es importante recalcar que el juego deberá contar con una estructura, un sentido y un contenido.

“El juego es lúdico, pero no todo lo lúdico es juego”

Existen algunas metodologías que propician el juego serio dentro del ambiente laboral:

• La Metodología Lego Serious Play es una herramienta súper útil que ayuda a aterrizar lo abstracto en modelos tridimensionales. ¿Por qué no construimos con materiales diversos conceptos abstractos como visión, misión, ó la aportación de cada uno de los colaboradores hacia la empresa?

• La Metodología de Aprendizaje Experiencial permite que las personas con su cuerpo y su mente (utilizando sus cinco sentidos) vivan sensaciones, emociones, situaciones y construyan, adquieran, descubran nuevos conocimientos, habilidades y valores a través de vivencias reflexionadas de manera sistemática.

• La Metodología de los Seis Sombreros para pensar (Edward de Bono) es utilizada para poder analizar una decisión desde varios puntos de vista o perspectivas, cada uno de los seis sombreros representan una forma diferente y única de pensamiento. Mediante el uso de esta metodología se reduce el ego, los protagonismos, el tiempo y se enfoca el pensamiento en una sola cosa a la vez. (se puede considerar lúdica ya que los sombreros propician el que los participantes adopten un “papel” o un “rol”)

Al final son los propios colaboradores de la empresa los que podrían sugerir un sin fin de ideas creativas para hacer de su lugar de trabajo un espacio en el cuál esté permitido, jugar, reír, crear e innovar.

El juego debería formar parte esencial de nuestros procedimientos de trabajo, debería ser parte de nuestra filosofía de empresa ya que fomenta la imaginación y desarrolla el aprendizaje colaborativo, nos ayuda a entender mejor las cosas, propicia la creatividad y la generación de ideas, nos obliga a manejar mejor nuestras emociones y a ayuda a liberar el stress, pero quizá lo más importante permite que las personas conecten con otras personas al mismo nivel en un marco de confianza desarrollando sus talentos creativos y poniéndolos al servicio de los demás.

“…cómo conseguir el éxito: A (éxito) = X (trabajo) + Y (juego).“ Albert Einstein