Desde agosto de 2022, el presidente Andrés Manuel López Obrador encargó a Rosa Icela Rodríguez, titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), supervisar la labor de “limpieza de actos de corrupción” en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
Todos deberíamos preguntarnos ¿por qué encargó el primer mandatario dicha labor a esta funcionaria, de profesión periodista, que lo mismo ha dirigido aduanas, puertos y marina mercante que coordinaciones territoriales, participación ciudadana y ahora cuestiones de salud?
La respuesta a esa pregunta solo la tiene el primer mandatario, pero veamos qué ha pasado desde entonces. El día de ayer, en la conferencia mañanera presidencial, se ocupó buena parte del tiempo de este foro en hablar del ISSSTE. A pesar de los meses transcurridos, a decir de Rodríguez, la corrupción persiste: “Hay una estela de corrupción que no estamos dejando pasar por alto, también estamos interviniendo en esa parte. Hemos encontrado empresas que han sido inhabilitadas, que continúan cambiando de nombre y siguen siendo empresas fachadas”.
En su diagnóstico, presentado en el programa diario del primer mandatario, la funcionaria dejó al descubierto las irregularidades que han sido detectadas en el instituto, como las siguientes:
La privatización de los servicios médicos que se inició en 2007, con el consecuente beneficio a funcionarios y políticos que son dueños de empresas. Esta práctica dejó una huella profunda en el sistema de salud, resaltando la necesidad de corregir las inequidades que resultaron de ello.
El problema de la subrogación de servicios también persiste. En este sentido, Rodríguez reveló que el ISSSTE es en gran medida un cascarón, con la mayoría de los servicios subcontratados. Esta situación plantea el problema de cómo asegurar que estos servicios, que a menudo son privados, mantengan los más altos estándares de calidad y equidad. De ahí la inquietud de revertir la “privatización silenciosa” que se ha llevado a cabo en administraciones anteriores, pero la resistencia de intereses políticos y económicos se ha hecho presente.
Rodríguez también atribuyó el desabasto de medicamentos a una mala administración y la falta de vigilancia. “Los ‘robos hormiga’ y la influencia de empresas privadas en este negocio redondo han afectado el acceso a tratamientos médicos esenciales para los beneficiarios del ISSSTE. Sin embargo, como hemos insistido en este espacio, el desabasto de medicamentos en realidad provino de acciones emprendidas por este gobierno, el cual desmanteló todo el andamiaje de compras consolidadas de medicamentos que se hacía anualmente y, con ello, un descontrol en toda la distribución y abasto de fármacos en el sector salud.
Desde su perspectiva, el abandono de las unidades médicas es otro grave problema que resalta en este análisis. La falta de mantenimiento durante más de dos décadas ha dejado una marca visible en la calidad de la atención que se brinda. Además, se destaca la falta de inversión en la adquisición de equipos médicos básicos y especializados, creando una brecha entre las necesidades médicas y los recursos disponibles.
La disminución de la plantilla de médicos y enfermeras también se hizo evidente en sus declaraciones. La escasez de 36 mil trabajadores muestra cómo las decisiones pasadas han afectado la fuerza laboral y, por ende, la calidad del servicio ofrecido a los derechohabientes.
Otro punto crítico es la falta de inversión en la construcción de hospitales. La carencia de recursos destinados a esta tarea durante décadas ha dejado un déficit en la infraestructura médica que debe ser atendido con urgencia, en lo cual coincidimos plenamente.
Justo por dicha carencia de recursos se decidió la venta de los terrenos donde operaban las tiendas Superissste. “Lo que le interesa al ISSSTE, fundamentalmente, es la salud de mexicanos y mexicanas. Entonces, esa fue una decisión y, por eso, se da la venta de las tiendas Superissste”, declaró la funcionaria.
Y añadió que la apuesta de destinar los fondos obtenidos a la adquisición de equipos médicos, medicamentos y construcción de hospitales podría tener un impacto transformador en la atención médica en el país.
En medio de este panorama desafiante, Rodríguez concluyó al destacar la determinación del gobierno actual por sanear el ISSSTE y restaurar su antiguo prestigio. Sin embargo, la tarea por delante es monumental. Rectificar las irregularidades del pasado, los errores del presente y establecer un sistema de salud equitativo y eficiente será un proceso complejo, pero necesario para asegurar que el ISSSTE cumpla con su misión de servir a los trabajadores del Estado de manera adecuada y justa.
La búsqueda de soluciones a estos desafíos no es simple ni fácil. La apuesta por la salud pública y la transparencia en el sistema de salud mexicano es una tarea compleja que requiere un compromiso a largo plazo. La supervisión ciudadana y la rendición de cuentas serán esenciales para garantizar que se cumpla la promesa de sanear al ISSSTE.
Y, a pesar de todo el esfuerzo realizado, la corrupción persiste en el instituto y en el sector salud en general.
El Botiquín
- Se ha revelado que Zoé Robledo no fue quien renunció a su intención de contender por la gubernatura de Chiapas para seguir con la misión de consolidar el IMSS-Bienestar, sino que fue forzado por su jefe máximo, el presidente de la República, luego de que la prensa revelara que el IMSS había asignado contratos por más de 1,000 millones de pesos a una empresa fantasma, así que la decisión se dio tanto por incompetencia como por corrupción. Aunado a ello, todos tenemos en la memoria el caso de la niña aplastada en un elevador de un hospital del IMSS en Playa del Carmen, Quintana Roo, lo que también apuntaló la caída de Robledo.
- Hace nueve años, en 2014, quien esto escribe, perdió a dos queridos familiares por una mala atención médica, procedimientos mal aplicados y, en suma, negligencia en el ISSSTE; estos fueron solo dos de cientos de casos, de ahí la urgencia de recuperar a este instituto de salud para los trabajadores.