Los seres humanos somos visuales por naturaleza, por ello la importancia de seleccionar adecuadamente los colores que utilizamos, no sólo en la vestimenta, sino también en los apoyos visuales que preparamos para hablar frente a diversas audiencias.
Hay quienes creen que entre más colores, más juvenil y llamativo será, lo cual es un error. Si bien, cada uno de nosotros tenemos nuestra esencia y personalidad, es importante cuidar que exista una armonía a la hora de elegir nuestra vestimenta. Los colores neutros o tonos obscuros como el azul claro y marino, beige, negro, verde olivo y gris están relacionados con la seriedad, confianza y madurez, por lo que, si vás a dar una presentcaión, deberías elegir algunos de ellos. Recuerda no combinar más de tres.
Además de los colores, la comodidad al elegir las prendas que utilizas es fundamental para tu éxito. Sentirte cómodo, te hace sentir más seguro y eso lo transmites, por lo que cuida tus elecciones. Es importante resaltar que la comodidad no está peleada con la elegancia y, principalmente, con la limpieza y cuidado de tu ropa.
Cuando se trata de apoyos visuales o presentaciones, los colores y diseño deben de estar alineados al look and feel del logo y de la marca. La mayoría de las empresas cuentan con un manual de identidad que te permitirá saber qué colores y tipografías son las permitidas para conservar la identidad de la marca. En caso de que no exista, te recomiendo no utilizar más de 3 colores, buscar que sean afines a la colorimetría del logo y combinarlos de forma armónica y estética.
Los seres humanos nos comunicamos todo el tiempo y no sólo a través de las palabras, los colores que elegimos también dicen mucho de nosotros e influyen en la percepción que las personas tienen sobre nosotros.
A través de los colores podemos reflejar nuestra personalidad y nuestros gustos, dando protagonismo a aquellos colores que mejor nos sientan y que sacan a relucir nuestra mejor versión.
Ten presente que al hablar en público todos los detalles cuentan, por lo que te invito a preparar con anticipación el contenido y diseño de tu presentación, tu discurso, la vestimenta que utilizarás y no te olvides de practicar, si es frente a un espejo, será mucho mejor.