Desde el comienzo de la crisis sanitaria del covid 19, el home office se mostró como una de las soluciones inmediatas para que las empresas siguieran funcionando a pesar de las restricciones para transitar.
Algunas, con el paso de los meses, decidieron volver a la “normalidad”; pero otras, aquellas que miran más allá del corto plazo, han entendido que la forma de trabajo en muchos sectores ha cambiado para siempre.
De acuerdo con datos de Dataprot, el 16 por ciento de las empresas está operando bajo algún formato de teletrabajo a nivel mundial.
Una de las formas de advertir los cambios estructurales que se están produciendo en el mundo del trabajo es a partir de las nuevas tendencias inmobiliarias en las grandes ciudades.
En urbes como Nueva York y Londres, por ejemplo, aumenta sin freno la cantidad de oficinas vacías como consecuencia directa del avance del teletrabajo.
Un informe de las universidades de Columbia y Nueva York dice que, por la merma en la demanda derivada del home office masivo, se calcula una baja del 28 por ciento en el valor de las oficinas en el mundo.
No es poca cosa, estamos hablando de 450 billones de dólares menos. De ese total, una décima parte corresponde a Nueva York.
En la misma línea, un estudio de Savills dice que en Manhattan, la zona de las oficinas situada sobre la 3ra Avenida entre las calles 41 y 59, tiene casi el 30 por ciento de desocupación. Esto es el doble de lo que se registraba en 2018 y 10 puntos más que el promedio de la ciudad.
Tan grave es la situación que están pensando en reconvertir las oficinas en departamentos para viviendas y, de paso, mitigar el grave déficit habitacional que padece la ciudad.
Rentar un departamento en Manhattan cuesta cinco mil dólares mensuales.
Home Office en Londres
Del otro lado del océano, en Londres, pasa lo mismo: hace más de una década que no había tantas oficinas vacías en la capital de UK.
La desocupación de oficinas creció un 50 por ciento con la pandemia, de acuerdo con información de CoStar.
Como consecuencia, lo más obvio: cayó el valor de las oficinas una cuarta parte, y advierten que será peor.
Para evitar que estas inversiones sigan cayendo, proyectos como The Utilize Project buscan que estas oficinas se puedan reconvertir en lugares de uso común. Otra organización, Save The High Street, apunta a fomentar la colaboración entre dueños de los inmuebles y profesionales para ocupar las oficinas de manera común.
El gobierno de la capital, por ejemplo, tiene una propuesta para transformar las oficinas desocupadas en una de las zonas en 1.400 nuevas viviendas para 2030. Según dijeron desde el ayuntamiento, la idea es “adaptarse a los tiempos modernos”.
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