Internacional.- A veces los recursos utilizados una y mil veces pueden traer dividendos si apelan a sentimientos universales. En un mundo en que todo gira en torno al personalismo, un héroe anónimo sigue impactando y conmueve a nivel global. Compartimos con ustedes un excelente comercial sobre este tema, para Thai TV y su seguro.
Ogylvi & Matter Bangkok ha conseguido más de 10 millones de visitas durante su primera semana de exhibición del “Héroe anónimo”. Con imágenes que se repiten y van evolucionando en términos de reacción de sus co-protagonistas, la agencia logra conmover a quienes han visto el comercial, probablemente por el viejo sueño que tenemos los seres humanos: ser más sensibles, más solidarios, sin esperar nada a cambio.
El story telling aquí es fundamental. Una serie de acciones que, parecieran en principio no generar ningún cambio, en forma paulatina consiguen pequeños milagros que al final serán trascendentes. Preguntas como “¿qué consigue él al hacer esto cada día?” tienen respuestas básicas , de aquellas que diría cualquier hijo de vecino: “nada”, “no será rico”, “no aparecerá en TV”, “seguirá siendo anónimo”, “ni siquiera un poco más famoso”…y cambiando el sentido nos conduce a los resultados profundos…”lo que recibe son emociones”, “es testigo de la felicidad”, “alcanza un conocimiento más profundo”, “siente el amor”, “recibe lo que el dinero no puede comprar”, “un mundo hecho de amor” y termina preguntando por lo que más deseamos en la vida.
A todas luces, parece una idea obvia y repetida. Sin embargo sabemos que el anhelo del ser humano, aunque diga lo contrario, se vincula siempre con el bienestar, aquel que se comparte, que logra mejorar en algo la vida propia y la de los demás. Aquí la forma, las escenas, los actores, se vuelven piezas fundamentales de un mensaje más que necesario. Finalmente, el producto es asociado con lo mejor del ser humano. No es malo darle una vuelta de tuerca a estas ideas.