Internacional.- Algunos culparán al ambiente que se vive por estos días, del encanto que ha provocado el último comercial de Lacoste. La verdad es que sería injusto atribuirlo a ello. “El gran salto” posee una serie de elementos que lo hacen una verdadera belleza.
El trato de la imagen- los planos cerrados y la historia paralela -, los conceptos emocionales que son asociados inconscientemente con el deporte, los que incluyen esperanza, expectativas, riesgo, ansiedad, pasión, celebración y varios etcéteras que vas descifrando en la medida que avanza el comercial y que, de una u otra forma tocan al grosso público.
La emoción está presente otra vez en esta gran realización, pero no lo hace de manera almibarada, sino con una mirada distinta y atractiva ( “La vida es un deporte hermoso”). No hay detalles librados al azar (como en todo gran comercial) y los personajes, la música y las imágenes forman un todo cohesionado que no puede sino encantar a quien lo ve.
Gran acierto para una marca de la que no podríamos esperar otra cosa.