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De acuerdo con el ex-ingeniero de Apple, solo tres personas en la compañía sabían sobre el iPod espía
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Las otras dos personas enteradas de esta colaboración con el Gobierno de EEUU ya no trabajan en la marca de Tim Cook
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Todo indica que el hardware que se estaba desarrollando en secreto nunca llegó al mercado
La cuestión de la privacidad y la seguridad de datos es un tema particularmente sensible y serio en la industria de la tecnología. Casi todas las empresas en el sector han dedicado una pequeña fortuna para que los dispositivos y servicios que disfrutan los consumidores estén a salvo incluso de gobiernos federales. En esta pelea, pocas empresas han sido tan enfáticas como Apple en defender esta visión, aún en temas como el terrorismo o el crimen organizado.
Pero hay una posibilidad que, bajo la mesa, los valores de la tecnológica de Tim Cook no sean tan rígidos como presume. De acuerdo con CNN, un excolaborador de Apple reveló a través de su blog un trabajo que le encargaron en 2005. David Shayer, entonces de los principales desarrolladores de hardware en la marca, dijo que se le pidió ser parte de un proyecto con el gobierno de Estados Unidos (EEUU). La misión era crear un iPod “espía” para las autoridades.
Según Shayer, este dispositivo debía de funcionar y lucir exactamente como cualquier otro de los iPod de Apple. Sin embargo, tendría oculto un sistema que le permitiría recabar datos sin alertar al usuario promedio. El ex-colaborador de la tecnológica señaló que el proyecto entre la empresa y el Gobierno de EEUU no fue un contrato formal, sino “un favor bajo la mesa”. Con el hardware oculto, se hubiera detectado material radioactivo, como uranio, sin alertar a nadie.
Una crisis para Apple
Ya en otras ocasiones se ha revelado que varios proyectos grandes tecnológicas no parecen tener la privacidad de los usuarios como una prioridad. Por ejemplo, el año pasado se afirmó que Facebook revisaba las conversaciones de su comunidad. Desde 2018 se tiene evidencia que varias Smart TV recolectan constantemente datos sin aviso, como el iPod espía de Apple. Incluso Amazon y Google fueron señalados por espiar tanto a clientes como a sus rivales.
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Pero hay que volver al caso del curioso iPod espía. Desde hace años que este dispositivo ya ni siquiera forma parte del catálogo estrella de Apple, ¿qué importa entonces esta noticia? En una primer instancia, es devastadora para la reputación de Tim Cook y compañía. Siempre que una empresa colabora con el Gobierno de EEUU bajo condiciones sospechosas, es motivo de ira para la audiencia. Aparte rompe con la imagen de privacy-first que presume la tecnológica
Tal vez el efecto más grave, sin embargo, es el hecho que establece un precedente. Si el caso del iPod espía es cierto, ¿qué puede asegurar que Apple no haya repetido esta acción? En más de una ocasión la tecnológica ha dicho públicamente que se ha negado a crear puertas para que el Gobierno de EEUU (o cualquier otro) invada sus dispositivos. Pero si en algún punto se prestó a instalar un radar radioactivo bajo la mesa, ¿por qué no hacerlo de nuevo?
La cuestión de la privacidad
Se puede esperar que los efectos de esta noticia en Apple sean significativos. No hay más que observar cómo anteriores escándalos de privacidad han desmoronado a otras empresas. Por ejemplo, Zoom vivió un verdadero infierno de tres meses, centrándose solo en resolver todas sus vulnerabilidades. TikTok causó indignación por usar una técnica de obtención de datos que Google había prohibido. Y el hack masivo a Twitter prácticamente hundió a esta red social.
Claro, ni uno de estos incidentes se acercan al iPod espía de Apple, en caso que sea legítimo. Pero no deja de ser un tema crucial para las marcas. De acuerdo con Forbes, el 46 por ciento de los consumidores creen que han perdido control sobre sus propios datos. Lytics apunta que siete de cada diez no confían en las empresas para cuidar de su información. Y para PwC, es claro que solo una cuarta parte confía que los negocios serán responsables en este tema.