No están bien las cosas en Brasil. La economía no mejora, las reformas no avanzan, la corrupción aparece en todos los rincones y, para peor, la imagen del presidente Michel Temer está por el piso.
Su popularidad, en buena parte por culpa de los casos de corrupción, llegó en febrero pasado a apenas el 10 por ciento de aprobación.
En ese escenario, complicado por cierto, el Gobierno sólo espera que la economía mejore. Sin embargo, la crisis sigue golpeando y los números macroeconómicos no acompañan.
“Acorralado, el Gobierno de Brasil hizo la semana pasada un llamamiento desesperado a los medios. Aquellos que hablen de las reformas de Temer de forma positiva recibirán importante publicidad federal. El resto lo tendrá más difícil”, publicó El País. Es más, “valorarán especialmente los medios locales del nordeste, la zona más pobre, que será la más atizada por los recortes”, agrega el diario español.
Esta práctica explícita se suma a lo que hizo el año pasado, cuando se conoció que había pagado a seis youtubers para que publicaran en sus canales videos hablando bien de un plan de reformas para estudiantes de secundaria. Uno de los videos tiene ya más de 2.000.000 de visitas. Mira lo que hicieron:
Los autores se defendieron diciendo que iban a hacer el video de todas formas y que no les costaba nada aceptar los 65 mil reales (20 mil dólares) del Gobierno.
Temer necesita de los medios para generar un clima menos hostil y a la vez, presionar a los diputados y senadores que no están convencidos de votar la nueva ley de seguridad social que impulsa. Según Estadao, la cuenta de votos dice que de los 513 diputados, 273 están en contra de los cambios y 100 a favor. Le falta muchísimo para alcanzar los 308 que necesita para que sea aprobada. En el Senado es más fácil, y sólo necesitaría dos más para alcanzar los vostos necesarios.