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La idea del impuesto global es matar, o hacer menos atractivos, a los paraísos fiscales que suelen usar las compañías
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Pero para los países que funcionan bajo esta filosofía, puede ser económicamente desventajoso este cambio
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Esto, porque incluso una fracción pequeña de los ingresos multimillonarios de estas Big Tech representan grandes ganancias
Durante el fin de semana, específicamente el sábado, se alcanzó un trato sin precedentes. El grupo de las siete economías más grandes del mundo (G7) acordó crear un impuesto global de 15 por ciento para las enormes compañías multinacionales. Un trato que parece enfocado a controlar a las Big Tech estadounidenses. Sin embargo, de acuerdo con Reuters, la bolsa está impasible ante esta legislación, pues el valor de sus acciones prácticamente no se ha movido.
Facebook, Amazon, Microsoft y Google bajaron, según la agencia de noticias, entre 0.4 y 0.7 por ciento en la apertura de los mercados. Por su lado, el índice europeo de tecnología quedó sin cambios. Lo anterior podría deberse, según varios expertos entrevistados por Reuters, a que el impuesto global del G7 primero debe aprobarse en países con bajas tasas impositivas para funcionar. Un ejemplo es Irlanda, cuya economía floreció gracias a su filosofía tax-haven.
Según la misma agencia de noticias, el G7 discutirá el impuesto global entre los 139 países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) el 30 de junio/uno de julio. Estas discusiones serían casi puramente de consenso, pues Reuters afirma que casi todos los detalles técnicos han sido definido por el Grupo de los Siete. Después tendría que ser avalado por el Grupo de los 20 (G20) en dos reuniones distintas, una a inicios de julio y otra en octubre.
Implicaciones, barreras y perspectivas del impuesto global
Si el G7 logra convencer al resto de los países de adoptar su proyecto, significaría un golpe muy duro a las gigantes multinacionales. De acuerdo con Money Control, el impuesto global no solo limitaría las prácticas de evasión de impuestos de estas Big Tech y otras industrias. A la vez, permitiría el cobro de tasas impositivas a las compañías con significativas ganancias y grandes márgenes. Esto limitaría más el uso de tax-havens en los mercados más redituables.
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Al mismo tiempo, como ya lo dijo Reuters, la propuesta no tiene mucho impulso sin el apoyo de la mayoría de los países del mundo. Y hay muchas razones para las que el resto del planeta no quiera apoyar el impuesto global del G7, no solo por casos como Irlanda. Según Oxfam, el Grupo de los Siete definió las reglas pensando solo en mejorar la situación en sus países. Y en zonas como África, aún hay vacíos legales pendientes que afectan la recolección impositiva.
También hay una perspectiva no tan positiva sobre el impuesto global del G7 entre algunos de los grupos dentro de estas naciones élite. De acuerdo con la BBC, varios agentes han dicho que la barra de los 15 por ciento es demasiado baja para los gigantes internacionales. Tanto que las Big Tech y otras industrias podrían evitarlas sin mayor reto. Así pues, se ha llamado por un aumento del nivel mínimo global, algunos pidiendo tarifas tan altas como el 30 por ciento.
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Un problema que no desaparecerá
Así pues, es posible que el actual proyecto del G7 para un impuesto global no salga adelante. Sin embargo, eso solo le daría a las Big Tech algunos años más de bonanza. Y es que la forma que estas compañías multinacionales evaden sus responsabilidades fiscales ha sido un dolor de cabeza recurrente. Incluso en México, a lo largo de los últimos años, se han implementado varias propuestas para obligar a que las gigantes de tecnología paguen su cuota al gobierno.
Y en la Unión Europea (UE), la idea del impuesto global es particularmente atractiva, incluso desde una visión legal. La región ha gastado mucho dinero tratando de obligar a las marcas a pagar sus obligaciones financieras. Y no siempre ha tenido éxito en este esfuerzo. Solo para mayo pasado, perdió contra Amazon una suma de más de 250 millones de euros. Algo que, aunque pequeño para la retailer online, podría ser un precedente peligroso para su negocio.