Si hablamos de comercio electrónico, la generación Y y Z tiene una idea diferente sobre los pagos en línea y la seguridad en internet, en parte porque no sienten miedo, ni dudan en realizar transacciones, como sucede con las demás generaciones. Esa visión más relajada les permite ver el comercio en línea como algo natural y casi obligado.
Por su parte, cuando hablamos de comercio dentro del Metaverso, la brecha generacional se abre mucho más y es ahí donde la generación más joven lleva una ventaja significativa, comenzando por el hecho de verla como una opción para formar parte de esos mundos virtuales.
Comercio dentro del Metaverso
El comercio en el metaverso es atractivo para los usuarios, (principalmente jóvenes) debido a su experiencia de compra inmersiva y personalizada, por su flexibilidad y rapidez, la interacción con otras personas y la posibilidad de mostrar la compra dentro y fuera dele scenario virtual.
De acuerdo a un estudio de Technavio, el comercio en el Metaverso tendrá un crecimiento del 33.2% en el 2023 y en promedio crecerá 39.6% cada año hasta el 2027. De cumplirse esta predicción estaríamos hablando de un crecimiento mayor al que tuvo el comercio electrónico.
El Metaverso ofrece una experiencia de compra en línea mucho más inmersiva y personalizada que el ecommerce actual. Los consumidores pueden interactuar de manera más directa con los productos y experimentar una “sensación” de presencia en el lugar de compra, ya que permite la creación de entornos virtuales únicos y personalizados lo que sin duda puede aumentar la lealtad.
Réplicas virtuales
Así como el Avatar de las personas es su representación en un mundo virtual; algunas empresas actualmente están creando replicas virtuales de sus productos para llevarlos al Metaverso y poderlos comercializar ahí. Para algunas es un valor agregado, pero para otras será otra línea de negocio que podría generar millones en el mediano plazo.
Estamos ante una inminente transformación en la manera de comprar, en un entorno virtual en el que los usuarios puedan interactuar con los productos de manera similar a como lo harían en la vida real, usando, probando y mostrándolos incluso antes de comprarlos, pero todo dentro de un dispositivo sin salir de casa.
El conocimiento que no se comparte, pierde por completo su valor