Twitter: @FernandaSpread
Uno de los temas que está en boga es lamentablemente el asesinato del fotógrafo Rubén Espinosa, quien falleció el pasado 31 de julio; las redes sociales y los medios de comunicación enardecieron al enterarse de este acontecimiento que no debe quedar impune.
El cuerpo del fotoperiodista Rubén Espinosa apareció junto al de cuatro mujeres en un departamento en el sur de la Ciudad de México. Los móviles de la investigación son varios y las incógnitas son cada vez más latentes en este caso.
Fueron cinco personas las asesinadas con el tiro de gracia, ¿pero quién de ellos es el más importante, el fotoperiodista, la activista, la colombiana, la maquillista o la trabajadora doméstica?¿No es lo mismo que se muera mi vecino a que fallezca un periodista?
La muerte de Rubén Espinosa ha hecho ruido a nivel mundial, pero, ¿es válido que se minimicen las muertes de las demás personas que se encontraban en el lugar de los hechos?
Escuchaba en MVS Radio que un familiar de la trabajadora doméstica comentaba que nadie de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) ha tenido la delicadeza de ponerse en contacto con sus familiares, a lo que el conductor Alejandro Cacho, hizo un llamado a las autoridades para pedir que también se le dé seguimiento al caso.
Sin embargo, las muertes más sonadas en los medios de comunicación son la de Rubén Espinosa y la colombiana Mile Virginia Martin. Y en dónde quedan las demás personas, sus asesinatos no son importantes, sus muertes no marcan la historia de México, por qué ignorar sus muertes.
Los medios de comunicación como ya lo he mencionado en diversas ocasiones pueden hacer famoso a cualquier persona, hasta después de muerto. Un ejemplo vivo y fehaciente es el caso del fotoperiodista Rubén Espinosa, desde que fue asesinado no hay ni un solo día que los medios de comunicación y las redes sociales mencionen el tema tan escabroso.
Hasta el momento los reportes extraoficiales y las investigaciones están generando mucha incertidumbre respecto al multihomicidio.
El viernes 31 de julio los cuerpos de cuatro mujeres y un hombre fueron encontrados en el interior de un departamento en la colonia Narvarte, en el sur de la Ciudad de México. Las autoridades identificaron al varón como el fotoperiodista Rubén Espinosa y a las mujeres como la activista Nadia Vera, la maquillista Yesenia Quiroz, una joven de origen colombiano y una empleada doméstica identificada como Alejandra.
La mujer invisible
La mujer invisible, no es un tema de caricaturas, no señor, es un tema real que lamentablemente sucede en México, Oliva Alejandra, es la mujer que casi nadie toma en cuenta, aunque no lo crean ella también fue asesinada.
Julio Hernández Barros, integrante de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), informó que los familiares de Olivia Alejandra, la trabajadora doméstica que fue asesinada en el multihomicidio ocurrido en la Colonia Narvarte, por decisión propia no han recibido ayuda por parte del Gobierno del Distrito Federal ni por la CEAV.
A través de redes sociales circula una imagen que podría corresponder con la víctima, sin embargo familiares no lo han confirmado ni rechazado.
Pero, ¿qué sucedió en el departamento de la colonia Narvarte?
Los primeros reportes extraoficiales apuntaban a que desde la noche del jueves se había realizado una fiesta en el lugar, en donde se había ingerido alcohol. Sin embargo, varios vecinos comentaron que no habían escuchado ningún ruido perturbador.
Tanto Rubén Espinosa como la activista Nadia Vera, habían señalado públicamente que recibieron varias amenazas en su contra, culpaban al gobernador de Veracruz, Javier Duarte, de estar detrás de su hostigamiento, pero ayer el mandatario estatal en rueda de prensa habló por vez primera sobre el homicidio y se deslindó.
Y mientras encuentran a los culpables, los usuarios de las redes sociales continúan activos, y las redacciones de los medios de comunicación siguen trabajando para dar a conocer de forma oportuna la información que se genere sobre este tema.
Este acontecimiento está siendo condenado a nivel mundial, aunque para muchos sea más importante la muerte del fotoperiodista, también fallecieron cuatro mujeres más en el lugar de los hechos. Aún no hay desenlace en este crimen, pero todos los decesos merecen respeto y ser mencionadas en los medios de comunicación.