Mucho se habla de los trabajos que serán reemplazados por la Inteligencia Artificial (IA). Una de las posibilidades reales de pérdida de empleo se dará en la industria cinematográfica, no necesariamente en guionistas o efectos especiales, sino que serán los background actors o actores de fondo los afectados. Reportes recientes indican que tanto Apple como Disney utilizaron escaneos tridimensionales de los actores para llenar estadios completos o escenas en programas como Ted Lasso o la próxima entrega de Capitán America.

Durante los dos meses que han transcurrido desde que el WGA inició su huelga, el tema recurrente ha sido la creciente adopción de la IA y su potencial para socavar los medios de vida de los guionistas y actores. Pero ahora, con la entrada de SAG-AFTRA en el conflicto, las tensiones están alcanzando su punto álgido. Según el director ejecutivo y negociador principal de SAG-AFTRA, Duncan Crabtree-Ireland, los estudios, representados por la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP), han presentado una propuesta inquietante. La propuesta implica que los actores de fondo puedan ser escaneados y pagados por un solo día de trabajo, mientras que la compañía poseería ese escaneo de su imagen y semejanza, sin necesitar su consentimiento o compensación, para utilizarlo en proyectos futuros por toda la eternidad. Esta práctica forzaría a los actores de fondo a ceder su imagen física para ser recreada digitalmente según los deseos de los estudios, una visión distópica del futuro de la industria cinematográfica.

El peligro radica en que, si esta propuesta se lleva a cabo, los actores de fondo podrían ser reemplazados por proyecciones digitales generadas por IA, sin importar si se convierten en estrellas en el futuro. Un capítulo reciente de Black Mirror justamente trata el tema con el escaneo digital de Salma Hayek. Aunque la AMPTP ha negado las acusaciones, la preocupación es real.

La realidad es que la industria del entretenimiento está cambiando rápidamente y la IA está demostrando ser una herramienta poderosa en la creación de efectos visuales y personajes digitales. Sin embargo, es fundamental establecer límites claros para garantizar que la creatividad y el trabajo de los artistas sean respetados y recompensados adecuadamente. Es esencial que los sindicatos de guionistas y actores se unan en esta lucha para proteger la integridad de la industria y asegurar que los avances tecnológicos no resulten en la pérdida de empleo y la explotación de los profesionales que hacen posible el cine y la televisión que amamos.

Desde la revolución industrial, la tecnología ha disminuido el número de intermediarios en el proceso o industria en el que se utiliza. En el caso de la Inteligencia Artificial, parecería que lo que hará es disminuir los intermediarios en la creación de contenido. La IA reducirá el costo de crear contenido, al reducirse, habrá más contenido disponible y la atención de los usuarios tendrá que dividirse entre menos piezas. La prueba de ello es justamente el escaneo de actores de fondo, hacer que un estadio luzca lleno será más fácil y más barato. Eso no implica que las películas sean peores, pero ciertamente hará que un actor de fondo tenga que tener muchos empleos para poder sobrevivir.

Existen aprendizajes en la industria de la música que ha recibido embates tecnológicos similares. En 1999 la industria generó 25 mil millones de dólares, para el 2022 sumó 31 mil millones según cifras de MIDiA Research. Desde 1999 hasta el 2015 sufrió pérdidas anuales solo para acelerar radicalmente desde entonces. Esto demuestra que la tecnología democratiza la generación de contenido y destruye monopolios, pero con el tiempo nacen nuevos líderes.

El escaneo de actores para ser utilizados repetidamente sin un claro sistema de retribución es un problema para el empleo en la industria cinematográfica. No obstante, las implicaciones de la tecnología son más complejas que el empleo, sus repercusiones afectarán a los estudios también. Mientras más tratan de hacer eficientes sus costos, más fácil será que tengan competidores. Para los creadores de contenido viene una época de disrupción y oportunidades.