Un parche o etiqueta pegada en el hombro, el brazo, la espalda o la pierna de una persona puede ser la nueva forma en la que se apliquen las vacunas en el mundo, luego de 160 años durante los cuales se han aplicado con una aguja y jeringa.
Y claro, para beneplácito de los papás que ya no deberán enjugar lagrimones de bebé y también para aquellos a quienes las agujas les aterran, el ingeniero biomédico Mark Kendall, de la Universidad de Queensland en Australia, recientemente presentó en TED el implemento al que bautizó como nanopatch, el cual tiene la gracia de contener en un cuadrado de 1×1 centímetros, una vacuna para su aplicación de manera indolora, gracias a que está diseñado con pequeñas espinas recubiertas de polvo con antígenos que se liberan rápidamente dentro del organismo.
Sí, nuestros nietos podrán no saber de las dolorosas sesiones con el pediatra y de las cicatrices perpetuas en el hombro. Y no sólo eso, la innovación de Kendall presenta diversos beneficios, como el que la respuesta de inmunosupresión ha demostrado ser más eficiente, además de que con este sistema, algunas vacunas que hoy no son viables por los métodos de inyección, podrían convertirse en una realidad palpable.
Asimismo, el científico explica que el costo asociado a las vacunas puede reducirse de 10 dólares a 10 centavos, debido a que, por ejemplo, la mayoría de las vacunas en la actualidad deben refrigerarse y tienen un lapso de vida útil corto, ya que son líquidas; pero como el nanopatch es seco, no requiere refrigeración y su durabilidad es mucho mayor, lo que además les haría mas accesibles para los territorios de difícil acceso y en vías de desarrollo.
El video contiene la información con mayor detalle, no dejes de observarlo, vale la pena, ya que es de esos avances que da gusto contemplar su punto de partida.