Santiago, Chile.- Al igual que en la literatura, el factor sorpresa en publicidad suele ser un muy buen recurso. Es decir, cuando el receptor está esperando un tipo de desenlace y lo absurdo se impone a cambio de la lógica, la reacción suele ser buena en términos de recordación.
Asimismo, al conseguir un final sorpresa, inevitablemente se apela al humor. Es decir, también se puede utilizar como recurso para establecer una continuidad en “varios capítulos”, como el caso que analizamos hace unos días en el comercial de Prada mencionado en la nota “Tres comerciales realmente exitosos en Social Media”, pero por lo general el resultado es más bien humorístico.
Hay muchos ejemplos en la publicidad mundial, pero comparto con ustedes una campaña de la óptica Rotter & Krauss que estuvo primero en Internet y que desde hace unos días se encuentra en televisión abierta. Cabe señalar que la marca, que ostenta una imagen más bien clásica, con esta campaña hace un giro provocando una mayor cercanía con los usuarios, por lo sutilmente distinta que resulta y, por supuesto, por la sorpresa que genera más de una carcajada. Por lo demás, el producto será requerido, tarde o temprano, por todos los públicos.
Por otra parte, el efecto de la “exagerada necesidad” también es un factor más que interesante en la creación de estos comerciales, que la acerca definitivamente a la comedia. La marca sigue siendo seria, sus servicios también, pero el concepto de necesidad se aligera para evitar el “drama de tener que cambiar los anteojos” por medio de un mensaje liviano y entretenido.
Les dejo los tres comerciales.