El gurú tecnológico Guy Michlin, fundador de “Solar Power” (una de las empresas israelitas líderes en energía solar) se encontraba en Grecia de vacaciones. La familia y él venían de sufrir todas las penurias propias del turista primerizo en un país Mediterráneo hasta que, un amigo local, le recomendó comer en un determinado lugar.
Un sitio fuera del circulo turístico popular. Todo cambió cuando fueran a cenar con una familia local. “La genuina inmersión cultural resultado de ese sensacional evento -mencionó Guy- fue, ¡por mucho!, la mejor parte de nuestro viaje”. Decidió entonces desarrollar un negocio en derredor de esta “mágica” idea (como la llamara él) y en el 2012 nació “EatWith”. Dos años después, la compañía basada en San Francisco CA, opera en 150 ciudades de 32 países al rededor del globo. Guy tuvo una idea y eso le llevo nuevamente a otro éxito en su carrera.
Travis Kalanick, fundador de UBER, cuando viajó de turismo a Suiza y estando sólo por una noche en Ginebra, decidió marcarle a un perfecto desconocido llamado Shafqat Islam. Amigo de una amigo. El celular de Islam sonó con ID “desconocido”; éste, sin embargo, tomó la llamada. “Hola, soy Travis amigo de Lukas Biewald, él me dijo que tú eras el único que él conocía en Suiza”. Islam, parte del equipo TI de Merrill Lynch del Banco Suizo, se rascó la cabeza sin comprender ya que el nombre que Travis mencionaba era el de un individuo apenas conocido. ¡Salgamos a pasear esta noche! -urgió Travis-. A lo que Islam contestó excusándose por cansancio y asustado ante la perspectiva de cenar con un perfecto extraño. ¡Vamos amigo! -insistió Travis- sólo estoy en la ciudad esta noche y me tienes que mostrar Ginebra. Islam acepto y se la pasaron muy bien. Años después habría Islam de darse cuenta de que él, había sido probablemente el primer chofer de UBER para Travis. ¡Que gran idea!
Estas poderosas idas pasaron por las mentes de Jan Koum y Brian Acton con WhatsApp. De Zuckerberg con Facebook. Y de Daniel Ek con Spotify. Y la lista es enorme y conocida.
¿Qué es una idea?
Muchos dirán: “la detección de una necesidad”. Probablemente pero… ¿Por qué estas poderosas ideas se nos escapan a la mayoría de las personas estando (supuestamente) tan evidentes a nuestros ojos? ¿Por qué no creamos una empresa a partir de una idea como lo han hecho tantos millonarios? ¿No será que la idea no basta y que no se trata sólo de necesidad sino de… deseo?
Y, ¿cuál sería la diferencia entre deseo y necesidad?. Pues que una tiene que ver con el NECESITO y la otra con el QUIERO. Y, sin moralizar, ¿Qué es más atractivo? Todo indica que, “el QUIERO”, es más seductor.
Ese pensamiento me esclavizó por días hasta que, en un vuelo entre San Diego CA y Austin Tx tuve, según yo, “una epifanía”: Me hice el planteamiento a modo de conclusión: Para que coexistan NECESIDAD y DESEO, debe haber al menos dos puntos de contacto. Por lo tanto postulé: El éxito en los negocios digitales no se basa solamente en la detección de una idea. El secreto es que todas las ideas detectadas tienen que poseer algo en común: “Que unan personas con personas”. Aquellos que tienen NECESIDAD con aquellos que tienen DESEO. Entiéndase P2P.
Por ejemplo, un turista con el DESEO de una experiencia memorable y una familia griega con la NECESIDAD de tener ingresos. Un hombre de negocios con el deseo de un transporte de calidad y profesionalismo con una persona con la necesidad de obtener ingresos extras. Un hombre maduro con el deseo de encontrar una persona de su pasado y muchas personas con la necesidad de ser encontraras. Solteros y solteras con necesidades y deseos de formar parejas. Personas con deseos de comida italiana y restaurantes con necesidad de comensales. Sólo hacía falta un empresario que tuviera la idea de crear una aplicación que uniera a miles de “deseos” con miles de “necesidades” en el mundo. Si analizamos en este momento las aplicaciones en nuestro smartphone y equipos de cómputo, descubriremos con sorpresa que éstas nacen de una idea que une personas con personas. ¿Cuál es tu siguiente idea?
