Santiago, Chile.- Cada producto tiene una historia, pero algunas se repiten inevitablemente en las nuevas campañas. La creatividad busca entonces, formas de renovar esas ideas, que muchas veces constituyen el ADN de la imagen del producto y de llevarlas hasta la audiencia a otro nivel.
Ese es el momento en el cual las imágenes traspasan la pantalla y se vuelven sensoriales. Claramente no hablamos de marketing de guerrilla, ni intervención en tiempo real, sino sólo de piezas audiovisuales que tienen ese algo especial que los convierte en publicidad sensorial.
Qué ¿cómo es eso? Las imágenes, las texturas, las tomas de cámara, la música se convierten en un todo tan potente que el receptor “siente” que está ahí y que es parte de la composición.
Compartimos con ustedes dos ejemplos de ese tipo de publicidad.
El primero corresponde a la promoción del Sur de Australia, en una campaña realizado por KWP Advertising, donde las imágenes son tan poderosas – los acercamientos y los detalles que provocan las sensaciones- que no sólo cumplen el objetivo de motivar al posible visitante a viajar hasta esas tierras, sino que la decisión pareciera enlazarse con esa sensación de estar ahí conociendo la esencia de la cultura australiana.
El segundo corresponde al comercial de Grey London para Vodafone, donde queda más que claro el concepto de “sensorial”, ejemplificado por este gran – y simple- comercial que además tiene un mensaje espectacular: tú puedes decidir ignorar la llamada, pero la cobertura de la empresa te da la opción de elegir tomarla, si te interesa. Muy bueno.