El escándalo de Volkswagen ha alcanzado magnitudes pocas veces vistas en una crisis de marca, ya que no sólo la imagen y las finanzas del fabricante alemán de autos se han visto afectadas, sino que el caso ha impactado mucho más allá, ocasionando que algunos analistas coincidan en que el caso terminará por acelerar la desaparición de los motores de combustión interna.
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Los motores de combustión interna tienen los días contados de cualquier manera, sin embargo, la crisis de Volkswagen podría acelerar el proceso de transición hacia motores eléctricos, de hidrógeno, u otros tipos, de acuerdo con la firma Morgan Stanley.
La causa es que el caso revela los riesgos que se corren en la industria de los motores de combustión interna, potenciado por las regularizaciones que distintos gobiernos alrededor del mundo han implementado como una medida contra el calentamiento global y otras problemáticas ambientales.
Los motores eléctricos o de hidrógeno, algunas de las alternativas más viables y que ya cuentan con modelos comerciales instalados en automóviles adaptados y de diseño original, no han logrado imponerse en el mercado debido al gran negocio que aún representan los hidrocarburos a nivel mundial.
Fuente: Business Insider
