El miércoles pasado hablábamos sobre StartUps y veíamos en una infografía de la ciudad de Chicago, que cada 44 horas se crea un StartUp. Ésta semana seleccioné un caso de esa ciudad muy interesante, se trata de cabbypay.com Muchos hemos usado aplicaciones para pedir servicios de transporte como Uber, Cabify, Yaxi, Taxibeat etc. En algunos el servicio es excelente, otros no tanto, pero todos son mejores que cualquier taxi en la calle por un precio un poco más alto.
CabbyPay da continuidad a la historia de la creación, alguien en un país desarrollado e impulsor de nuevas tecnologías con un ambiente favorable para hacer negocios tiene una gran idea, inaugura una industria nueva, alguien lo sigue y mejora el servicio y después alguien lo abre a todo el público (CabbyPay), y sólo los mejor posicionados permanecen en el negocio, el resto se van en unos cuantos años. Cabbypay es el “open source” de este negocio. Aunque Cabify parece ser el que mejor servicio otorga, y la organización mejor diseñada para crecer exponencialmente parece ser Uber, CabbyPay ofrece la plataforma más fácil de usar empezando por ofrecer un método de cobro a los taxistas por una comisión de sólo 99 centavos de dólar en cada ciudad de Estados Unidos, ayudándolos a mejorar su servicio, actualmente se encuentran desarrollando un sistema de despacho de taxis.
Suponiendo que el miedo a crear ya no es un factor, que encontramos una necesidad que podemos cubrir con algo que ya existe, que comprobamos nuestra teoría de que la gente en realidad quiere y paga por lo que vendemos y logramos crear una organización alrededor de dicho servicio o producto, y además que incurrimos en la mayoría de nuestros insumos y costos sólo sobre demanda para ser muy dinámicos y permitir un crecimiento superior al promedio… Pues aún no estamos hechos si cada arista de nuestro negocio es no es difícilmente imitable por un competidor nuevo, si lo que hacemos no es difícilmente descifrable y si no suena lo suficientemente estúpido como para que alguien con más recursos no decida hacer lo mismo, y si aún cuando alguien ya decidió seguirnos, incurrir en el costo y poner más billetes encima a su negocio, nosotros nos movemos de lugar y evolucionamos nuestra estrategia, tal vez sigamos asegurándonos un lugar decente en esa industria nueva.
Si no tenemos cuidado con nuestras barreras de entrada, alguien en algún momento ofrecerá lo mismo que nosotros pero casi gratis. Si no, pregúnten a las grandes Agencias de Publicidad y su larga lucha para que los clientes paguen por hacer un pitch, no conozco otra industria en donde se considere correcto pagar por recibir una propuesta en un concurso y menos en una licitación.