“El fracaso es una forma maravillosa de aprender” son las palabras de Sir Richard Branson durante una entrevista con CNN Money; uno de los hombres de negocios más exitosos del mundo recalcó “Como emprendedor, si no asumes riesgos, no vas a lograr nada. A veces lo aprendí por las malas”.
Con una fortuna actual de alrededor de los 3.6 mil millones de libras esterlinas, según Forbes, Branson ha incursionado en diferentes negocios, la mayoria de ellos con éxito y otros en los que no le ha ido bien. De acuerdo con la conversación con el medio estadounidense, la dislexia le permitió destacarse en cosas que lo apasasionaban.
De igual forma, el esfuerzo por superar este problema fue un modelo de fortaleza general. Dejó la escuela a los 15 años para emprender su primer negocio, se trató de una revista para jóvenes llamada Student. “Sentí que podía salir al mundo y comenzar a crear cosas que marcarían una diferencia”, señaló.
Este medio no rindió los frutos esperados; no obstante, de este error se originó el sello Virgin Records que fue producto de la venta de discos por correo; dentro de las bandas y artistas que grabaron con la firma se encuentran Mike Oldfield, The Rolling Stones, Sex Pistols o Janet Jackson.
Pasó el tiempo y el conglomerado evolucionó siempre bajo el nombre de Virgin, desde su línea aérea, “Virgin Atlantic”, su división espacial “Virgin Galactic”, entre muchos otros.
Llegada la década de los 90, Branson decidió emprender una batalla comercial en contra de las gigantes refresqueras con el lanzamiento de “Virgin Cola”, bebida que considera su peor error ya que el producto no se diferenciaba en nada a la competencia (Coca-Cola o Pepsi), que además era abundante.
Esto, reconoció, se apartaba de su filosofía de no ofrecer a los consumidores algo que no fuera realmente novedoso en el mercado; las ganas de expandir sus negocios se impusieron a su principio fundamental, algo que si bien no asegura el fracaso, si deja entrever una contradicción entre tus valores y tus productos algo que los consumidores no perdonan.
De tal modo que por más novedoso que sea tu mercancía, que tenga los mejores canales o alianzas comerciales, ser fiel a tus ideales dotará ese vínculo con los clientes, quienes responden a acciones orgnánicas y no forzadas. Con este error Branson se dio cuenta de ello y aunque puede ser que vuelva a fallar en un futuro, sus ideales no estarán en juego como en aquel momento.