Hoy, 24 de abril de 2014, se celebra el Fashion Revolution Day, que esencialmente es un día de manifestación y reflexión en torno a la industria de la moda y que como se recordará, se deriva de un trágico hecho sucedido hace un año en Bangladesh.
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Y es que durante abril de 2013, un edificio de ocho pisos situado en la Plaza Rana de Bangladesh se derrumbó, hecho con el que murieron más de mil personas y quedaron heridas cerca de 2,500 personas Una gran parte del edificio contenía fábricas que producían ropa para minoristas occidentales.
Lo peor del caso es que durante días previos a la caída de la construcción se había dado aviso del riesgo, de modo que los trabajadores expresaron su descontento y aún así se les obligó en asistir al trabajo.
Por ello es que el Fashion Revolution Day, respaldado por la organización del mismo nombre, trata de despertar la conciencia del mundo respecto a las responsabilidades de la gente como consumidores, ya que la gran demanda de ropa barata viene de los países desarrollados y de los grandes mercados, de modo que esta exigencia puede conducir al recorte costos por todas las esquinas posibles, admitiendo riesgos a la integridad, laboral, salarial y de seguridad de los trabajadores, así como que pueden ser explotados por los “beneficios” ofrecidos al mercado.
Entonces, el objetivo del movimiento es provocar en los consumidores, los diseñadores y las marcas la duda sobre el lugar en dónde, cómo, con qué recursos y con quiénes se hace la ropa, para reconstruir los eslabones rotos en la cadena de suministros de la industria de la moda, una industria que valore a la gente, el medio ambiente, la creatividad y la ganancia en la misma medida.
Y lo anterior, sin duda no se reduce a la industria del vestido, este evento es un parteaguas y parte de un proceso más profundo que debería incidir en el interés mundial por las condiciones de trabajo de la gente que hace ropa o teléfonos, vehículos, alimentos, medicamentos, cosméticos…