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El Deutsche Bank anunciará el mayor recorte de empleo en la banca desde Lehman Brothers.
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Se liberará de 20 mil empleos en todo el mundo y venderá activos por US$ 56 mil millones.
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Decidirá los detalles menores este domingo, en una reunión de urgencia de la junta en Alemania.
Deutsche Bank se prepara para un verdadero “sacrificio”. Será este domingo, cuando el mayor prestamista de Alemania anuncie el recorte de 20 mil empleos y la decisión de deshacerse de activos por 50 mil millones de euros (unos US$ 56 mil millones).
Será la mayor debacle laboral en la banca mundial desde que se derrumbó Lehman Brothers hace una década. En esa oportunidad, se perdieron 26 mil puestos de trabajo directos de forma casi inmediata. Luego cayeron más posiciones en un periodo de tres años.
La primera “víctima” fue el jefe de la división de inversiones del Deutsche, Garth Ritchie, que renunció el viernes antes del anuncio de la reestructuración.
La segunda, el jefe de banca minorista, Frank Strauss, que abandonará al mayor prestamista de Alemania porque no está de acuerdo con el cambio de estrategia que se decidió Christian Sewing, presidente ejecutivo. A esto último lo confirmó el Financial Times.
La idea del Deustche sería abandonar sus ambiciones globales, concentrarse en Alemania y dejar de enfocarse en ser el principal rival de Europa frente al Goldman Sachs.
La salida de Ritchie, el ejecutivo mejor pagado, se hizo de mutuo acuerdo, según comunicó Deustche Bank. “Se espera que el sudafricano de 51 años salga logre llevarse unos US$ 13 millones, ya que había firmado un nuevo contrato de cinco años hace solo nueve meses, según los cálculos del Financial Times.
Es probable que el banco extienda los despidos a lo largo de varios años, pero lo que es seguro es que todos se enterarán el lunes por la mañana, tras la reunión del domingo.
Cambios radicales
Sewing, quien lleva poco más un año de mandato, es el señalado como responsable de las medidas radicales de un banco que lleva casi una década de declive progresivo en el negocio de banca de inversión.
Nunca pudo recuperarse de los cambios de controles que surgieron tras la crisis de 2008, en especial, a la obligación que tienen los prestamistas a operar con más capital y menos deuda.
El banco con sede en Frankfurt registró pérdidas acumuladas de US$ 6.500 millones entre 2012 y 2018 y recaudó US$ 33.000 millones en capital en la última década, más del doble de su capitalización de mercado actual. El precio de sus acciones están cerca del más bajo en sus 149 años de historia.
En la actualidad, tiene 91.500, luego de un recorte de 2.000 desde finales de 2017.
Sin fusión
A comienzos de año, se hablaba de una fusión entre Deutsche Bank y Commerzbank, el otro banco grande de Alemania, pero las conversaciones fracasaron. Esto generó desconcierto sobre qué pasaría con el futuro del Deutsche.
Según Statista, Deutsche Bank es el quinto banco más grande de Europa, sólo por debajo de HSBC, BNP Paribas, Credit Agricole y Barclays.
Un dato importante: varias de las mayores compañías financieras forma parte de su estructura. BlackRock, la mayor empresa de gestión de activos de Estados Unidos, es el inversionista principal de Deutsche Bank.
Desde 2016, en diversos lugares de mundo ya se comenzó a achicar. Por ejemplo, a fines de 2015 anunció que se iba de México, Argentina, Chile, Dinamarca, Finlandia, Noruega, Nueva Zelanda, Malta, Perú y Uruguay.