La pesca ilegal, la sobreexplotación, los efectos del cambio climático y la falta de voluntad política para priorizar la conservación completan una fórmula que fuera amenaza de manera drástica a los océanos, según detalló el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
En una entrevista con la agencia AFP, Yolanda Kakabdse, presidenta de la WWF, indicó que el 60 por ciento de la población mundial come pescado, por lo que preservar los océanos es la única forma de asegurar la dieta alimentaria global.
“Nos hemos propuesto conservar 10 por ciento del área marina de los océanos en general como área protegida, pero 10 por ciento no es nada. Es muy suave, debemos ser más radicales en nuestra ambición de proteger el océano”, dijo la también exministra de Medio Ambiente de Ecuador.
El cambio climático es uno de los factores que más está influyendo, ya que se calientan las aguas de los océanos y están destruyendo los arrecifes de coral. En este momento, el 50 por ciento de estos ecosistemas están impactados por la mano del hombre.
Sin embargo, hay que tomar en cuenta que el consumo mundial de pescado per cápita es de alrededor de 20 kilogramos anuales, gracias a los mayores suministros procedentes de la acuicultura y a la fortaleza de la demanda, las capturas récord de algunas especies clave y la reducción de los desperdicios, según mostró un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Para la directora internacional de WWF hay una sobrepesca en todo el mundo y la contaminación de los océanos con sustancias químicas —procedentes de áreas urbanas—, con plásticos, con basura que se arroja al mar “como si fuera un gran basurero”, están destruyendo a las especies y la calidad del océano.
“Por supuesto cuando digo a las especies, quiere decir que son especies que nos alimentan, los peces están siendo contaminados y cuando llegan a la mesa del consumidor ya vienen afectados por contaminación química”, señala.
Estimaciones de la Universidad de California señalan que la población mundial en 2050 será de 10 mil millones de personas y la base de alimentación de los seres humanos estará bajo presión para producir proteína animal.
Ante este escenario, la producción de proteína marina procedente de la acuicultura se hace necesaria.
Si todas las zonas potencialmente aptas para la acuicultura se desarrollan, se podrían producir 15 mil millones de toneladas de pescados al año, más de 100 veces el actual consumo mundial de productos acuáticos.
En el estudio no ha tenido en consideración aspectos más concretos por zonas como áreas ambientalmente sensibles o de alta biodiversidad, como los arrecifes de coral; o por cuestiones económicas como altas distancias entre los puntos de producción y los puertos de desembarque, el acceso a los mercados, o áreas militares o de producción de energía.