Por Alan Campos
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Hoy se celebra en México el Día del Niño, y a propósito de esta fecha me puse a pensar en aquellos atletas que pese a no contar con la edad suficiente para votar, comprar cigarrillos o entrar a una película clasificación “C”, han maravillado al mundo por sus dotes en diferentes disciplinas y la manera en que podrían explotar dicho talento para hacerse con muchos billetes verdes pese a su juventud.

El primer caso que me viene a la mente es el de la nadadora china Ye Shiwen, quien a sus 16 años conquistó dos medallas de Oro en los pasados Juegos Olímpicos de Londres 2012, imponiendo un nuevo récord mundial en la prueba de 400 metros combinados y una nueva marca olímpica en los 200 metros combinados; seguramente quienes estuvieron al pendiente de la justa veraniega la recordarán.

Obviamente la jovencita asiática se presentó el verano pasado sin mucho cartel, es decir más allá de la conocida competitividad de la escuela china había muchas otras figuras cuyo nombre aparecía antes en la marquesina de los deportes acuáticos, entre ellos los estadounidenses Ryan Lochte y Michael Phelps; sin embargo una vez probada su calidad al alcanzar el par de preseas áureas y los respectivos récords creo que fácilmente podría estar al nivel, al menos, del originario de Nueva York (considerando la hazaña alcanzada por Phelps en Beijing 2008), quien con patrocinios por parte de Speedo, Gillette, Gatorade, Ralph Lauren y Nissan, entre otros, logró embolsarse cerca de 2.3 millones de dólares el año pasado. Aunque claro está aquí también influyen las diferentes latitudes en que habita cada uno así como sus diferentes sistemas económicos.

Pero no vayamos tan lejos, en los mismos Olímpicos de Londres hizo su aparición Alejandra Orozco, de 15 años en aquel entonces, para colgarse junto a Paola Espinosa la medalla de Plata en Clavados Sincronizados desde la Plataforma 10 metros. Obviamente Alejandra no cuenta aún con todas las distinciones que avalan a Espinosa Sánchez, pero con este comienzo parece igualmente evidente que dentro de unos años será la tapatía quien sea patrocinada por Pantene, Nike o Herbalife.

Asimismo queda claro que no podemos hablar del deporte en México sin hablar del futbol, y si estamos hablando de ‘niños’ creo que a todos nos viene a la mente la Selección Sub-17, quien se ha consagrado campeona del Mundo en dos ocasiones (la última de ellas en 2011 en territorio nacional), y es que más allá de los logros meramente deportivos, los beneficios económicos conseguidos como consecuencia de los mismos han sido igualmente remarcables (especialmente los cosechados en 2011).

De hecho la derrama económica generada exclusivamente por el partido Final, entre México y Uruguay, superó los 485 millones de pesos de acuerdo con el entonces secretario de Turismo del D.F., Alejandro Rojas Díaz Durán, quien señaló que además el impacto publicitario superó los 200 millones de pesos en notas de prensa escrita, radio y televisión a nivel mundial. Nada mal para un grupo de niños jugando al futbol.

Siendo así queda claro que la edad no es un factor importante a la hora de generar dinero dentro del mundo del deporte, y que lo único verdaderamente importante es el talento. Sin embargo resulta igual de obvio que a todos estos niños no les vendría mal un asesor de marketing que les oriente para poder ‘venderse’ mejor y sacar algunos billetes verdes de su talento.