Aunque no se ven, los chips de computadora forman parte del núcleo de cada uno de los productos digitales.
Esos productos están faltando en el mundo y compañías de todos los segmentos de negocios están con graves problemas.
Ya hubo algunos indicios en 2020, cuando los jugadores de videojuegos no conseguían tarjetas gráficas, Apple tuvo que escalonar el lanzamiento de su nuevo iPhone por la misma razón y los nuevos modelos de Xbox y PlayStation no pudieron satisfacer toda la demanda por idéntica causa.
¿Por qué faltan? Porque la demanda creció exponencialmente durante la pandemia y la oferta, que está limitada a un grupo de fábricas en Asia, no pudo abastecer los pedidos.
Armagedón de chips
Pero el llamado “Armagedón de los chips” se agravó más cuando los fabricantes de automóviles comenzaron a quejarse.
Los nuevos modelos tienen hasta 100 microprocesadores en su interior y la industria no está pudiendo abastecer los pedidos.
Tesla es uno de los más afectados. De hecho, la falta de chips fue una de las razones que la compañía de Elon Musk argumentó como causa por la que las ventas en China no fueron lo bueno que esperaba.
Musk suele tener una respuesta ingeniosa para todo y también parece tener un as bajo la manga ahora: hará algo que nunca se hace en la industria automotriz. El departamento de compras pagará por adelantado.
Si bien esto es común en muchos negocios, las automotrices no están acostumbradas a este tipo de acuerdos: primero reciben, luego pagan.
Perto Tesla hará todo lo contrario: pagará antes los chips para asegurar su suministro. ¿Lo logrará?
Además, está analizando la posibilidad de comprar una planta de fabricación de estos componentes siempre con la idea de superar la escasez global, según publica FT.
De acuerdo con el mismo medio británico, el fabricante de vehículos eléctricos ya está negociando con industrias en Taiwán, Corea del Sur y los Estados Unidos.
Estrategia de mercadotecnia
Por supuesto, la estrategia de comprar una planta de producción de chips es algo mucho más lejano y está en una etapa muy preliminar.
Esto es así por los costos que involucraría un proyecto de esa naturaleza.
No es un problema menor para Tesla, que necesita decenas de miles de chips de última generación para sus autos. Los que hoy utiliza se fabrican en Taiwán y Corea del Sur.
La crisis de los chips ha obligado a numerosos fabricantes de automóviles a tener que suspender producción y hasta cerrar fábricas varias semanas.
No será gratis, según Fitch, se espera que estas interrupciones en la producción le cuesten a la industria el 5,4 por ciento de las ventas estimadas del 2021.
El avance en la integración vertical no será una novedad para Tesla si es que se adentra en la producción de chips propios, ya lo hace con las baterías.
En 2020, la compañía de Musk anunció planes para fabricar sus propias celdas.
En la actualidad, la empresa tiene un equipo de ingeniería interna que diseña los semiconductores de los automóviles de alta gama y que se utilizan en los desarrollos de conducción autónoma, pero no tienen alcance masivo.