México,D.F; Hoy por hoy no nos preocupamos por la información que manejamos en nuestras tabletas, smartphones e incluso los ordenadores. Parece que en algún momento creemos que nadie se preocupará por lo que buscamos o en dónde navegamos, sin embargo, todo indica que “ojos expertos” nos vigilan.

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El diario The New York Times publicó que un par de hackers italianos ubicados en la isla de Malta, tienen su fortuna gracias a que venden la información que recaban de agencias secretas. Esto, obviamente no es un secreto, pero lo interesante aquí es que la nueva tecnología algún defecto debía de tener, y la inseguridad en información resulta ser lo más de moda y en lo que nadie se preocupa antes de publicar información, incluso, de donde va a estar toda la tarde.

Según la misma publicación del New York Times, entre los países que más utilizan a ese tipo de hackers destacan Israel, Reino Unido, Rusia, India y Brasil, tal y como explican desde el Center for Strategic and International Studies de Washington. Otras naciones que compran esa información pertenecen a Oriente Medio, o se trata de países asiáticos como Corea del Norte, Malasia y Singapur.

Beatriz Busaniche, especialista en redes y fundadora de Wikimedia Argentina, aseguró en una conferencia que “las empresas de telefonía celular que tienen un nivel increíble de retención de datos de cada uno de los usuarios, así como la recaudación masiva de datos las redes sociales, especialmente Facebook, tienen acceso no solo a información del usuario y de sus relaciones e incluso lo que estás leyendo cuando no estás en Facebook. Si estás leyendo un diario, un blog y le das un ‘me gusta’, automáticamente esa información va a tu perfil”.

Sin duda, esto es algo sumamente importante que no solo debe preocuparle a los “grandes” de la información que protegen hasta la conversación más simple del mundo, sino a todos en general, porque definitivamente no parece haber una solución cercana para asegurar nuestros datos de navegación o elementos que todos queremos resguardar.

De hecho,  todos queremos ya un poco de privacidad y aunque  ya existen apps “seguras”, ¿podríamos confiar en ellas? porque si es posible “boicotear ” la seguridad de agencias secretas, qué podemos esperar de una app. ¿merecen el beneficio de la duda?