El Copywriting, o Redacción Creativa para la Publicidad juega un papel de preponderancia en la disciplina Publicitaria. Consiste en redactar textos con el fin de hacer llegar un mensaje del anunciante al mercado meta.
El Copywriting tradicional se limitaba a Slogans y mensajes trasmitidos a través de medios masivos e impresos. Con el advenimiento del Internet comercial en los noventa se generaron nuevos retos. ¿Cómo emplear esta nueva herramienta con la finalidad de anunciar productos y servicios? La curva de aprendizaje para los Mercadólogos fue fenomenal; ya que la tecnología en ocasiones cambiaba más rápidamente que las estrategias empleadas.
Es difícil no recordar aquellos tiempos de los famosos Pop-Ups (los cuales fueron rápidamente evitados con programas llamados Pop-Up Blockers). Los primeros diseños de pautas comerciales en la red eran burdos y francamente ineficientes. A finales de los noventa, se consideraba que la mejor herramienta para publicitar algo en Internet era una buena página.
A principios de los dosmiles se hicieron intentos publicitarios empleando video vía Real Media y otras configuraciones en Streaming que dado los anchos de banda de la época, también eran ineficientes. No fue sino hasta 2005, con el advenimiento de YouTube (y plataformas similares) que se pudo comenzar a distribuir video de manera eficiente. A finales de esta década surgieron varias y múltiples redes sociales que comenzaron a cambiar el paradigma de la distribución de contenidos en la red y por lo tanto, el cambio en la redacción de mensajes publicitarios.
A finales de la primera década del presente siglo, ya contábamos con buena parte del paradigma que ahora rige la publicidad en Internet y Redes Sociales. Se llamaba el diamante de Internet, que consistía en tener entrelazadas cuentas de YouTube, Twitter, Facebook y una Página de Internet. Sin embargo, el tipo de contenidos a distribuir era aún un tema en discusión.
En la actualidad, en esta segunda década del Siglo XXI hemos llegado a las reglas del Copywriting Digital, es decir, guías para determinar qué mensajes colocar en los diferentes outputs que la red nos ofrece. El “Decálogo” es el siguiente:
No debe publicarse lo mismo en cada red Social. Cada una tiene su propio lenguaje.
El mensaje debe ser conciso y breve.
Los mensajes deben incluir un Call to Action
La ortografía y redacción son de gran importancia.
Emplear curaduría con la finalidad de tener contenidos es válido, siempre y cuando el contenido se relacione con el producto, y se especifique la fuente de donde se obtuvo el material.
Tres publicaciones por Red Social al día es más que suficiente. No debe saturarse al público. (a menos que el producto digital involucre noticias)
Se debe ser políticamente correcto.
No se debe contestar a trolls
No se debe montar (hacer piggybacking) en un hashtag que sea trending topic solo por conseguir audiencia.
Se debe emplear un lenguaje acorde a la Segmentación (Mercado Meta).