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Nissan registró su mayor pérdida en una década
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China es su mayor mercado y el único donde no estaba cayendo (hasta ahora)
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El nuevo CEo ijo que el 2020 está perdido y que anunciará una nueva estrategia de reestructuración
Nissan, el segundo mayor fabricante de automóviles japonés después de Toyota, está inmerso en un plan de reestructuración global con el que esperaba recuperarse de su crisis.
El objetivo: recortar casi un 10% de sus empleados y reducir la producción mundial de vehículos en un porcentaje similar hasta 2023. Desacelerar para tomar nuevo impulso.
Necesita controlar los costos que, según lo reconoció la propia marca, se dispararon en los últimos años de Carlos Ghosn como CEO.
Pero hay un obstáculo a la vista: el coronavirus.
Veamos: en el tercer trimestre de 2019, por ejemplo, las ventas de Nissan cayeron en casi todos los mercados.
En Japón, por caso, retrocedieron un 1,3%; en los Estados Unidos (su mayor mrcado), un 4,3%; y en Europa, 19,7% menos medido interanualmente.
En otros destinos donde Nissan tiene presencia, como Asia, Oceanía, Latinoamérica, Oriente y África, las ventas de Nissan cayeron -agrupadas- un 11,4%.
Sólo en China pudo sostener las ventas: vendió 718.000 automóviles en el trimestre, lo mismo que en el mismo periodo de 2018. Esto le permitió mejorar su market share en el gigante asiático, donde (al tercer trimestre de 2019) tenía el 6,2% de participación.
Justo en el mercado de mejor rendimiento, en el único donde no había retrocedido, ahora espera una catástrofe por la paralización de las ventas debido a la crisis del coronavirus.
No podía ser peor noticia para Nissan
Nada le sale bien a Nissan. El 2019 fue un año muy complicado para la marca nipona y el 2020 no parece que será diferente: el color rojo está pintando sus balances.
Este jueves, la marca japonesa emitió su segunda advertencia de ganancias en tres meses e informó su mayor pérdida trimestral en una década después de que las ventas cayeran en todo el mundo.
Quince meses después de la expulsión de Ghosn tras el escándalo, el nuevo CEO, Makoto Uchida, admitió que una recuperación total en 2020 era algo imposible, y reconoció que el brote de coronavirus está afectado a su cadena de proveedores .
Uchida fue muy duro: “La disminución en las ventas y el deterioro en las ganancias han excedido nuestras expectativas. Habíamos previsto tocar fondo en 2019 y empezar con un crecimiento leve a partir de 2020, pero va a tomar más tiempo”, agregó.
“La industria automotriz mundial ha estado luchando para hacer frente a las consecuencias del coronavirus, pero los analistas dicen que Nissan es particularmente vulnerable porque China es su mayor mercado, representando casi el 30 por ciento de las ventas”, publica Financial Times.
Esta semana, Nissan se convirtió en el primer fabricante de automóviles japonés en anunciar la suspensión temporal de su producción en ese país debido a la escasez de componentes llegados desde China.
Uchida dijo que en mayo revelarán un nuevo plan, que se espera sea más agresivo que el actual. Mientras, Nissan está tratando de reconstruir su alianza con Renault, que casi se derrumba tras el arresto de Ghosn en 2018 por cargos de mala conducta financiera, lo que él niega.
El miércoles pasado, la marca presentó una demanda en Japón contra Ghosn buscando recuperar más de US$ 90 millones.