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La crisis en Argentina derrumbó el valor de sus bonos soberanos
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En Wall Street, los especialistas en “carroña financiera” los ven como una oportunidad
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Las elecciones generales son el 27 de octubre y se teme que el próximo presidente no pague la deuda
La crisis en Argentina es grave: el dólar se volvió a disparar luego de las elecciones primarias (+25%) y la inflación, que ya era muy alta, amenaza con subir aún más (se espera que siga en el 50% interanual hasta fin de año).
A esto hay que sumar una feroz recesión que tiene a la industria casi detenida y al consumo en los niveles más bajos en casi dos décadas.
En ese escenario, el valor de las acciones de las empresas argentinas y de los bonos soberanos cayeron a mínimos en muchos años, lo que incentiva el interés de los “carroñeros” de Wall Street, fondos especialistas en este tipo de inversiones.
Por ejemplo, el Financial Times ejemplifica con el título de deuda a un siglo de plazo que emitió la Argentina de Mauricio Macri en 2017.
“El bono de 100 años del país, que alguna vez fue tan preciado, se negoció a un mínimo histórico de 45,76 centavos por dólar. La caída se produjo en medio de una baja del mercado que arrasó las acciones y los títulos, al tiempo que redujo el valor del peso en más del 20 por ciento frente a la moneda estadounidense”, publicó el medio inglés.
La brutal depreciación de los bonos argentinos, para algunos holdouts, aún no es suficiente, y apuestan a una baja mayor para comprar. Según le dijo al FT Paul Greer, analista de Fidelity International en Londres, recién ahora “la prima está siendo apropiada para el riesgo que se asume, y comienza a ser interesante comprar”.
Para los especialistas de Aberdeen Asset Management, si el bono a 100 años se mantiene en los 40 centavos de dólar, es un “valor decente” que puede tentar a comprar.
Mala nota
La semana pasada, luego de una semana de alta volatilidad en el mercado cambiario argentino, Fitch, una de las agencias de calificación de riesgo, le rebajó la nota al país, complicando más la situación.
Citando preocupaciones sobre la capacidad del país para pagar su deuda luego del colapso del peso, la agencia recortó la calificación de Argentina a CCC, desde B; y advirtió que el país podría perder el acceso al mercado si Alberto Fernández se aleja bruscamente de la política establecida por la administración actual.
Fernández fue el candidato más votado en las primarias (llamadas Paso en Argentina). Obtuvo más del 47% de los votos y aventajó por más de 15 puntos porcentuales a Macri, que busca su reelección.
El resultado puso al candidato de la alianza Frente de Todos (que integra con la expresidenta Cristina Kirchner) en una posición inmejorable para ganar en las elecciones generales del 27 de octubre.
Los mercados temen que Fernández no cumpla con los pagos de la abultada deuda que dejará Macri si finaliza su mandato y no logra la reelección. El actual presidente, un empresario promercado, pidió, entre otros préstamos, 57.000 millones de dólares al FMI, en lo que se constituyó en el mayor desembolso del organismo internacional en toda su historia.
El problema es que las políticas de ajuste para lograr recortar el déficit generaron grandes problemas hacia el interior del país (suba de tarifas, inflación, recesión), y la gente eligió a su rival.
Desde el entorno de Fernández ya han dicho que no van a dejar de pagar la deuda. Que la idea no es reestructurarla sino refinanciarla, algo habitual en los mercados. Es decir, extender los plazos y los pagos, pero honrar la totalidad de los empréstitos.