Decir que están pasando cosas terribles en el mundo es una verdad de perogrullo. El caos se ha normalizado quedando ya muy pocas cosas que nos sorprenden. ¿Acaso hemos perdido la capacidad de asombro? La pregunta es obligada: ¿Cómo recuperar el principio de orden?
Afortunadamente, en el sector de la comunicación, están resurgiendo el cine y la propia televisión como catalizadores que se unen para crear historias que moldean conciencias. Guiones que están nutriendo nuestras mentes, alejándonos de la obesidad informativa que muchas veces nos convierte en seres pasivos y amorfos.
Medio ambiente, crisis de refugiados, nuevos modelos de gobernanza, búsqueda de nuevos planetas que ofrezcan vida, tráfico de armas, inteligencia artificial, inseguridad y desnuclearización, son solo algunas de las temáticas que ambos medios están produciendo para indicarnos nuevas rutas de convivencia humana. Los dos medios dominantes nos alertan y creemos que debemos poner atención.
¿Cómo es esto?
La magia del cine y la creatividad de la televisión hacen posible la construcción de escenarios que no distan mucho de convertirse en realidad, lo que nos permite estar en condiciones de prepararnos y trabajar planes de contingencia.
En las mencionadas narrativas algunos de los actores se están comprometiendo socialmente con las mismas a través del buen uso de sus redes sociales (emitiendo posturas e ideas con sentido) y financiando causas a través de sus fundaciones, lo cual potencia el trabajo de los productores y argumentistas. Uno de los actores más activos es Orlando Bloom que promueve actualmente el filme Carnival Row, que versa sobre el poder de una sociedad marcada por las clases sociales y la intolerancia en el tema de los refugiados. Bloom afirma: “Me interesa la vertiente social, la vida con los otros, la lucha de muchos por encontrar un nuevo hogar y las complicaciones que esto significa”.
El protagonista de Piratas del Caribe acierta en el blanco de esta columna cuando expone que “como actor, cuando puedes mirar estas cuestiones a través de la lente de la fantasía, te permite tener una opinión que esperamos entretenga, pero que también genere un diálogo sobre estos asuntos”.
Recordemos algunas de las películas y series que han marcado rumbo:
Moneyball
Aborda el tema del surgimiento de la Big Data, aplicado al deporte del beisbol, en búsqueda de estadísticas que se conviertan en carreras.
Black Mirror
Serie que da un vistazo al futuro, alertando sobre el abuso de la tecnología que avanza sin protocolos. ¿Ficción o realidad?
Transcendence: Identidad virtual
Filme que habla sobre la inmortalidad, al destacar que la inteligencia artificial sea capaz de concientizarse a sí misma. ¿La humanidad ha cruzado la línea?
El precio del mañana
Un hombre es acusado de asesinato y debe encontrar la forma de acabar con un sistema en donde el tiempo es dinero, permitiéndole a los ricos vivir para siempre, mientras los pobres ruegan por cada minuto de vida.
Elysium
Es una película de ciencia ficción, pensando en un futuro cercano en el que la Tierra está superpoblada y con serios problemas de masificación y contaminación, mientras que la parte más pudiente de la población reside aislada de todo esto en un hábitat espacial llamada Elysium.
La frontera entre el cine y las series televisivas se diluye al aceptar el séptimo arte que las series de autor deben sentirse aceptadas por los miembros de la Academia y para muestra revisemos lo que Thomas Koch, quien asiste al festival de Venecia este otoño, afirma:
“Las series en la actualidad están explorando épocas pasadas para encontrar en ellas una explicación a nuestros días”. El resultado son series que respetan los códigos no de la época, sino de las películas de la época.
Nos encontraremos más adelante.