- Bjørn Gulden, CEO de Adidas, entregó su número de teléfono a los 60 mil empleados.
- La idea es buscar una conexión directa con los trabajadores para mejorar la situación de la empresa después de las últimas pérdidas financieras.
- Gulden recibió hasta 200 llamadas semanales.
En un mundo donde los teléfonos móviles se han convertido en una extensión de nuestra vida, Bjørn Gulden, el CEO de Adidas, está llevando la comunicación a otro nivel.
¿Qué hizo? Le proporcionó su número de teléfono a sus 60 mil empleados.
Esta inusual práctica busca establecer una conexión más directa con la fuerza laboral, permitiendo a los empleados brindar sugerencias y consejos para mejorar la situación de la empresa.
En marzo del año pasado, Adidas, una de las principales marcas de ropa deportiva (la conoces, ¿cierto?), enfrentó su primera pérdida financiera en tres décadas: 763 millones de dólares. Un problema para una compañía de su nivel y potencia de marca.
Este revés llevó a la compañía alemana a tomar medidas drásticas, incluyendo despidos y una reevaluación de su estrategia comercial.
Una parte considerable de las pérdidas estuvo relacionada con problemas asociados a la marca Yeezy, de Kanye West, que se vio afectada por comentarios polémicos del rapero.
Adidas debió terminar abruptamente el contrato que tenía con West sin medir las consecuencias financieras. Algo que, por cierto, fueron muy graves.
El teléfono del CEO de Adidas
Ante este panorama, Gulden decidió abrir las líneas de comunicación de manera directa y personal.
Según informa The Wall Street Journal este sábado 13 de enero en un artículo exclusivo, el director de Adidas llegó a recibir hasta 200 llamadas semanales de sus empleados.
Estas llamadas no solo eran una expresión de preocupación sobre los despidos, sino también una fuente inagotable de sugerencias para impulsar la recuperación de la empresa.
El cambio de Gulden a Adidas desde su posición en Puma, su rival directo, marcó un giro en la estrategia de la marca.
“Nuestra industria no es tan complicada. Existía una cultura de encontrar razones para no hacer las cosas”, explicó Gulden.
Adidas tiene un problema del otro lado del océano, Nike.
Nike, con una capitalización de mercado de 160 mil millones de dólares, ha demostrado ser un competidor feroz y tan gigante como la marca alemana.
Con marcas icónicas como la línea Jordan, respaldada por la leyenda del baloncesto Michael Jordan, Nike estableció estándares muy elevados en el mundo del patrocinio deportivo. Y la vara está cada vez más alta.
Aunque Adidas se encuentra entre las marcas más destacadas, la batalla por la supremacía en la industria está marcada por estrategias innovadoras y asociaciones exitosas.
La marca que no actualiza su estrategia de marketing, muere. O pierde mucho dinero.
Escucha qué dicen tus recursos humanos
La estrategia de Gulden de abrir canales directos de comunicación con los empleados refleja un cambio en la percepción de la importancia de las opiniones internas en el éxito corporativo.
La cantidad y calidad de las llamadas recibidas por Gulden revelan la diversidad de ideas y perspectivas dentro de la fuerza laboral, y demuestran que los empleados no solo son ejecutores de tareas, sino que también tienen valiosos conocimientos sobre la operación diaria de la firma y del mercado en el que participa.
El CEO de Adidas y su teléfono: el valor de prestar atención a los empleados
En el ámbito empresarial actual, donde la competencia es intensa y las decisiones estratégicas pueden marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso, prestar atención a lo que dicen los empleados no es poca cosa.
Los ejecutivos que adoptan una actitud receptiva hacia las ideas y opiniones de sus equipos pueden encontrar beneficios en esta práctica.
La toma de decisiones basada en la retroalimentación directa de los empleados puede mejorar la moral, aumentar la productividad y fomentar un sentido de pertenencia.
Cuando los empleados sienten que sus voces son valoradas y escuchadas, es más probable que se comprometan activamente en el éxito de la empresa.
Por otro lado, la falta de atención a las preocupaciones y sugerencias de los empleados puede resultar en descontento, disminución de la moral y una posible fuga de talento.
En un mercado laboral competitivo, retener a empleados talentosos y motivados es esencial para el crecimiento continuo de la empresa.
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