Desde que tengo memoria, mi madre y mi tía tenían la costumbre de tomar un café y comer un pan dulce a media mañana, al tiempo que revisaban el periódico y comentaban las noticias. Hace poco tuvimos una videoconferencia para saludarnos y me compartía que hoy consultaba su tableta para diversos contenidos, entre ellos, las noticias. Una sutil modernización.
Lo anterior al margen de que es algo común hoy que quienes rondan los 70 años, estén online y manejen diversos gadgets, así como tampoco es raro que veamos cómo la infraestructura de comunicación ha ido mejorando a lo largo y ancho del continente.
Justo aquí hay un punto diferencial que da pie a esta columna, pues en el marketing agrícola hay un mosaico muy diverso de mecanismos para hacer contacto con los clientes que responden a estímulos diferentes a los que un entorno urbano puede ofrecer.
6 puntos de contacto en el campo
- Corazón regional: Cuando hemos tenido la oportunidad de presenciar lanzamientos de productos en salones de hoteles o quizá en ferias internacionales, lejos estamos de saber cómo funciona en el entorno agrícola. Las ferias de los pueblos o el aniversario de una ciudad son momentos donde regionalmente podemos causar un impacto que se ajusta a la realidad de nuestro mercado sin que esto signifique transgredir una tradición, sino nos volvemos parte del entorno cercano de nuestro mercado.
- Fechas agro – comerciales: El día de san Valentín, el de la madre o del padre, son momentos en el calendario cuya popularidad no requiere ninguna clase de explicación sin embargo el día de la tierra, el día mundial del agua o el día del agricultor, son fechas que además de abrirnos una ventana comercial, son excelentes oportunidades para transmitir mensajes clave a nuestra especializada audiencia.
- Fuera del surco: Una estadística que en su momento nos sorprendió, fue cuando recibimos una carta para patrocinar el torneo de golf en una ciudad del Noroeste mexicano. ¿Golf y campo? Pues sí. 70% de los participantes de ese torneo eran agricultores pues claramente el estado mantenía una vocación agrícola de primer nivel, algo impensable por ejemplo en algún estado en el sur del país. Misma circunstancia cuando patrocinamos por primera vez un torneo de pesca o una caravana de motociclistas en Chihuahua. No todo lo que se disfruta en el campo, tiene que ver con el campo y no es un tema de recursos económicos sino de entender las costumbres de quienes protagonizan el mercado.
- Medios tradicionales: La digitalización no tiene marcha atrás, de eso no hay duda. Sin embargo, es importante entender que las tendencias llegan en tiempo y formas distintas a cada región pues de acuerdo con diversos estudios, los medios de promoción más populares para nuestro mercado en ciertas localidades, suele ser el periódico, radio y a veces hasta el perifoneo.
En otra entrega les conté el papel de las agencias y el entendimiento del mercado, pero justo estas prácticas adquieren un valor distinto cuando las analizamos a la luz de las regiones de producción agrícola, como el sur de México y Centroamérica.
- Fierros y tierra: Una de las visitas más enriquecedoras y significativas que he tenido el gusto de presenciar y que ha movido más las emociones de los agricultores, es la visita a los campos de producción y a las plantas de procesamiento.
Ahí se habla en el mismo lenguaje que el cliente, ahí aprendemos unos de otros y logramos consolidar nuestro entendimiento cruzado: por un lado el cliente pues comprende por qué vale lo que vale un producto agrícola, los controles de calidad y que sobre todo, no tenemos nada que ocultar mientras que las organizaciones podemos entender las necesidades y motivaciones de los productores. Y muy importante es destacar que esto suele ser igual en Estados Unidos que Chiapas, Argentina o el Bajío, pues la pasión por el campo es el denominador común.
- La familia: Mediante campañas de salud, el impacto en la economía, juegos, temas educacionales o de desarrollo personal, el campo es un escenario (literalmente) fértil para que las familias participen activamente. Hay un grado de éxito previsible en la inclusión de los miembros de la familia de un agricultor a razón de que esta actividad encuentra mucho valor en sus raíces y el hecho de dedicarse el campo suele también ser un asunto de herencia y orgullo. Nada mas emocional que esto
Sembrando Reflexión
Dado que el campo no se ha detenido aún y con el entorno de la pandemia, en el año 2021 estaremos presenciando una convivencia muy peculiar entre los esfuerzos virtuales-digitales de las marcas del sector agropecuario con la oportunidad de hacer eventos frente a pequeños grupos de clientes.
El valor del análisis radica en la manera en la que el uso de recursos puede ser más eficiente teniendo como base que la economía tiene desafíos clarísimos en este que se supone será el momento de la recuperación.
Y los que hacemos agromarketing debemos buscar mantener la esencia del campo en esta dualidad porque el impacto del COVID en nuestra actividad ya no es motivo de sorpresa y nos corresponde ser ágiles y asertivos en este momento.
Sigámonos cuidando mientras nos encontramos la semana entrante en este espacio. Gracias por su lectura y difusión.
