Actualmente, cuando vemos que un producto tiene la denominación Made in China, suponemos que se trata de una imitación, de bajo costo y con mano de obra barata; sin embargo, esto cambiará en los próximos años, la meta del gobierno chino es convertir a la nación asiática en una potencia industrial y tecnológica.
Según una publicación de la BBC, desde hace unos años los esfuerzos de uno de los países más grandes del planeta y con mayor población, se han destinado a la generación de ingenieros, prueba de ello son sus carreteras inteligentes que recargarán autos eléctricos en movimiento, robos, nuevos satélites, incluso su primer tren bala que viaja a 400 kilómetros por hora.
Actualmente, cuando vemos que un producto tiene la denominación Made in China, suponemos que se trata de una imitación, de bajo costo y con mano de obra barata; sin embargo, esto cambiará en los próximos años, la meta del gobierno chino es convertir a la nación asiática en una potencia industrial y tecnológica.
Según una publicación de la BBC, desde hace unos años los esfuerzos de uno de los países más grandes del planeta y con mayor población, se han destinado a la generación de ingenieros, prueba de ello son sus carreteras inteligentes que recargarán autos eléctricos en movimiento, robos, nuevos satélites, incluso su primer tren bala que viaja a 400 kilómetros por hora.
Incluso, este proyecto ha llegado a oídos de Donald Trump, quien lo consideró como un “robo de tecnología”, el cual atenta contra la seguridad nacional y la libre competencia. La preocupación del vecino país del norte llegó a tal grado que el secretario de comercio norteamericano, Wilbur Ross la calificó de “aterradora”.
A su vez, uno de los puntos en contra, precisa el medio británico, es que la estrategia está excesivamente centrada a las empresas estatales, por lo que el espacio para los emprendimientos privados se ve afectado, al menos en el planteamiento; diversas voces al interior de China indican que este espacio se debe expandir para que existan más posibilidades de éxito.
A pesar de que este plan de competencia y desarrollo fue anunciado desde hace tres años, diversos analistas sugieren que esto lleva más tiempo a consideración. “Lo novedoso son las grandes cantidades de dinero destinadas a estos programas, en combinación con cambios más agresivos para presionar a las empresas extranjeras para que transfieran tecnología directa o indirectamente”, precisó Douglas Fuller, experto en políticas tecnológicas y profesor de la Universidad de Zhejiang, a la BBC.
Este ambicioso proyecto también tiene riesgos, la selección de firmas locales por parte de la administración para implementar este tipo de políticas suele creerse que se puede comprar mucha tecnología extranjera; sin embargo no toma en cuenta la resistencia de otros gobiernos, debido a que no toma en consideración incentivos para que estos participen.