Ante la victoria de la selección de Francia en el Mundial de Rusia 2018, se puede recordar la última vez que la escuadra gala jugó en una final, en Alemania, frente a la selección de Italia, en 2006 y cómo se dañó severamente su imagen y la de su jugador estrella y capitán, Zinedine Zidane, quien jugaba su último encuentro como futbolista profesional.
En aquel encuentro, la marca y prestigio del equipo francés se vieron severamente afectados no sólo por la derrota ante su rival, sino por un violento encontronazo que el jugador galo tuvo con el jugador italiano Marco Materazzi. Una de las versiones apuntan a que, cuando Francia empataba con Italia en tiempos extras y en medio de la tensión, Materazzi arremetió contra el capitán de los franceses.
Tras algunos jalones a la playera de Zidane por parte del italiano, Zinedine le dijo, palabras más, palabras menos “si quieres te obsequio la playera al final del partido”, por lo que Marco habría respondido que prefería que le “obsequiara a su hermana”. Acto seguido, El capitán y crack francés propinó un violento cabezazo al defensa italiano, lo que provocó su inmediata expulsión y el dejar a su equipo con sólo 10 jugadores en la cancha. Posteriormente vino la derrota de su equipo, en ronda de penales, por 5 goles contra 3.
Otras versiones indican que el italiano habría ofendido a la madre del francés justo en el momento en que ella se encontraba enferma e internada en un centro hospitalario, pero sea cual sea la razón, el cabezazo sí se produjo y el daño tanto a su imagen personal como a la de la selección de Francia fue mayúsculo.
Doce años después, en el Mundial de Rusia 2018, el equipo galo logró enfrentarse nuevamente en una final, esta vez contra la selección de Croacia, con un marcador de cuatro goles contra dos en favor de los franceses.
La trayectoría de Marco Materazzi lo llevó, posterior a su retiro como jugador profesional en 2011, a entrenar al club Chennaiyin FC de la Superliga de India, mientras que Zidane se convirtió en entrenador del Real Madrid, escuadra con la que alcanzó la Copa de clubes de Europa en 2018, previo al anuncio dejar el cargo.
Sin borrar el oscuro pasaje que Francia tuvo que atravesar en aquel momento, la nueva victoria coloca a este país europeo nuevamente como un tema de conversación a nivel global y acumula su segundo campeonato. El primero ocurrió en 1998, cuando fueron la sede del campeonato y obtuvieron el trofeo de la FIFA con Zidane a la “cabeza”.