Para nadie es un secreto que el Buen Fin se ubica como una de las temporadas promocionales más importantes para las marcas en el mercado mexicano.
La cantidad de ingresos que mueve esta promoción, a la que cada vez más marcas se suman, este año será especialmente importante si consideramos que, en términos generales, el retail y sus marcas padecen una situación especialmente compleja.
Los números del Buen Fin
Para darnos una idea de lo que está en juego, basta con revisar lo que sucedió en la edición del año pasado de esta acción promocional.
Días antes de que se celebrará la edición 2019 del Buen Fin, los pronósticos indicaban que las ventas alcanzarían 118 mil millones de pesos, lo que representaría 5 por ciento más con respecto a lo registrado durante 2018, según dijo a Forbes el presidente de la Confederación Nacional de Cámaras de Comercio y Servicios Turísticos (Concanaco), José Manuel López Campos.
Estudios sobre el tema apuntaron que 74 por ciento de los encuestados compraría algo en el Buen Fin y que el 26 por ciento no haría compras. De estos últimos, el 33 por ciento no compraría porque cree que las ofertas no son atractivas, el 30 por ciento porque es incómodo y porque hay mucha gente, el 24 por ciento por no tener necesidad de comprar y el 9 por ciento porque no se lo puede permitir, según Ofertia.
Lo cierto es que una vez que la temporada promocional terminó las cifras superaron la expectativa.
El año pasado habrían participado 90 mil empresas y 200 mil establecimientos, un incremento de 31 por ciento.
Hasta el momento, la novena edición del proyecto sería la más exitosa, con novedades como una plataforma digital en la que se mostraron 823 mil productos con 30 millones de precios de compra. De esta, hasta el domingo 17 de noviembre había registradas 256 mil búsquedas con una participación de 276 mil personas.
El Buen Fin no se adelanta
Con estas cifras y ante la urgencia de reactivar el comercio y consumo interno, en semanas pasadas se puso sobre la mesa la posibilidad de adelantar la edición de este año del Buen Fin.
Así lo dio a conocer el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), organismo que en conjunto con algunas secretarias de Estado estaban contemplando adelantar la fecha de promociones.
En conferencia de prensa, el dirigente de CCE, Carlos Salazar Lomelín, afirmó que este tipo de medidas serán indispensables para salir de la crisis económica, que envuelve al sector empresarial.
“Estamos analizando adelantar el Buen Fin para los meses de agosto o septiembre, para aumentar el consumo, fluya el dinero y la liquidez y esto se traduzca en un jalón para el crecimiento económico”, afirmó el director del CCE.
No obstante, esta posibilidad ha quedado fuera del radar, luego de que Philippe Boulanger, vicepresidente de Comercio Electrónico de la Asociación Internet.Mx, asegurará que el Buen Fin 2020 no se adelantará.
En una declaración entregada a El Universal, Boulanger indicara que el posible cambio de fechas, “son rumores, hubo algunas iniciativas de organismos que buscaban dinamizar la economía para todas las empresas mexicanas y por eso salieron esos rumores y, de hecho, se están preparando unos reportes para que las empresas participantes como la Asociación de Internet.Mx puedan dejar claro cuáles son las fechas del Buen Fin”.
Más días de promociones
De esta manera, aseguró que el Buen Fin no se adelantará pero tendrá algunas condiciones nuevas en función de la emergencia sanitaria que vive el país.
A decir del vocero, lo que se tiene previsto es que se incrementen los días de promociones y descuentos que conforman a el Buen Fin en un esfuerzo por evitar aglomeraciones y garantizar que todos los usuarios tengan acceso a los descuentos.
“Lo que se propuso es que el Buen Fin no sea sólo de cuatro días sino de una semana entera para respetar las normas de sanidad, pero todo sigue igual”, destacó el vocero de la Asociación de Internet.Mx.
Con más días de ofertas, se espera que los usuarios dosifiquen sus visitas a las tiendas y demás puntos de venta participantes, lo que será fundamental para evitar fenómenos como el recientemente ocurrido en una sucursal de Soriana en Chilpancingo, la cual fue clausurada luego de que una serie de ofertas y promociones provocará una avalancha de clientes que entre empujones y jaloneos buscaban ser los primeros en aprovechar los descuentos.